lunes, 14 de febrero de 2011

Blogfs

Como saben, la parte "seria" de este blogf refiere a filosofía, por eso es blogf (ji,ji).

Con eFe de Filosofía, ese saber tan cuestionable y que sin embargo facilita el análisis de las palabras, o de lo que hay detrás. Conviene saber de qué se se habla cuando se habla sobre esto o aquello con ciertas pretensiones de seguridad. A veces pienso que hay dos discursos, el llamémosle científico, qué se dice de qué... Y el histórico, que se ha dicho de. Los filósofos, en mi opinión, deberíamos dilucidar la realidad a partir de lo que se dijo y dialogando con lo que se dice. A partir de ahí, proponer modelos cualitativos históricos (?. Work in progress).

Bien. Rara vez copipego de otros blogfs, pero hoy haré una excepción con Higado Reptante, curioso blogf de la filósofa porteña Malena Rey. La verdad es que su analogía sobre la pelota que entra en la red o no ilustra inmejorablemente lo que pueda ser el realismo y lo que puedan ser variantes más idealistas. Simplemente brillante. No puedo decir lo mismo de la segunda parte del blog, sobre ética... que no he entendido nada, así que se lo ahorro.

Ratificando mi firme convicción de que un gol es gol cuando sube al marcador, les dejo con...

"Metafísica para la Vida Cotidiana

Estábamos viendo el no-tan-amistoso Portugal-Argentina, riéndonos de los comentarios del relator a propósito del árbitro ("parece que hoy se olvidó las tarjetas", etc). Luego de la infracción del minuto 90, pero antes de que se decretara penal, el relator dijo indignado "Esto es penal!", asumiendo obviamente que el árbitro no lo cobraría. Al final lo cobró, Messi pateó y ganamos el partido. Pero sigo preguntándome, ¿hubiera sido penal aún si el árbitro no lo hubiera cobrado? O imaginemos la situación a la inversa: el famoso gol con la mano de Maradona, ¿es gol?

Wikipedia dice al respecto: Se marca un gol cuando el balón cruza completamente la arista interna de la línea de meta entre los postes verticales y por debajo del travesaño de la meta, siempre y cuando el equipo que anota no haya infringido las reglas del juego previamente.
Desde esta postura, el gol de Maradona no es gol. Pero, esperen un poco, ¿quién decide si el equipo que anota infringió las reglas de juego? El árbitro. Si el árbitro no marca infracción, no hay infracción y el gol es válido. ¿O el árbitro debió haber marcado la infracción, porque ésta efectivamente sucedió, y por lo tanto nunca hubo tal cosa como un gol?


Este debate es un clásico en disciplinas variadísimas.

Si aceptamos que un gol es gol o no lo es, independientemente de la opinión de un árbitro, estamos asumiendo que podemos conocer el mundo de manera directa y efectiva. Asumimos que las reglas son un modo de análisis de la realidad, pero que no la definen en absoluto sino que dependen en última instancia de ella. Si estamos dispuestos a llevarlo hasta sus últimas consecuencias, nos incribiríamos en una ontología muy fuerte y muy confiada de sí misma: El mundo es real, El mundo es cognoscible, Yo en particular lo puedo conocer y Yo, efectivamente, lo conozco.En cambio, opinar que un gol es gol cuando el árbitro decide, implica pensar - de nuevo, si lo llevamos hasta sus últimas consecuencias - que la realidad no está definida en y por sí misma, sino que es una construcción que nosotros realizamos sobre una base que puede ser más o menos firme. En última instancia, el árbitro existe para tener la última palabra, para evitar la pelea eterna que podría ocasionarse ante una perdonable percepción errónea por parte de uno de los contendientes. Lo que implica que no confiamos en nuestro conocimiento del mundo, o en la misma cognoscibilidad que éste parecería tener. Podemos equivocarnos de buena fe. El status ontológico de un hecho (por ejemplo, el que un jugador haya tocado o no la pelota con una mano) puede ser debatible y obscuro; ante esa situación, lo construimos como factum (o lo desechamos como imaginación) de manera arbitraria.

¿Qué es, entonces, un gol? ¿Es lo que sucede o lo que el árbitro dice que sucede?"

6 comentarios:

francissco dijo...

La analogía de Malena es impresionante y en este preciso momento no sabría como responderla. "El status ontológico de un hecho".

Buuuf. Si el "hecho" es una percepción empírica, quizá fuera más fácil. Solo quizá.
Pero, por contra, si es algo del estilo de "...el bosón de Higss es lo que dota a las partículas de su masa. Lo sabemos porque las trazas aparecidas en el LHC se explican así y asá..." (una teoría)...

Pues eso, jodídísimo. Vaya con Malena. jeje

Sr. IA dijo...

¿Es gol o no es gol? Es importante. En física, viene a ser el marco previo a partir del cual enfocar qué es la realidad, pero claro, es una pregunta cargada de trampas semánticas, díficil de sustancializar en un aparataje claro y operativo. Me expongo a decir la chorrada del mes, pero intuyo que la polémica que si la energía es paquetitos o onditas tiene mucho que ver con aclarar de dónde partes.
Yo creo que se pueden aceptar ambas versiones, que se puede construir conocimiento válido desde ambas versiones. Postulado A y B. Es gol cuando el hecho en sí se constata en la realidad (en cuyo caso sería un gol legal anulado). Es gol cuando se cumplen las condiciones formales de posibilidad de que sea gol. La segunda parece más anti-intuitiva pero es la más fecunda en filosofía de la ciencia, que a veces encontramos una contradicción, pues sí, a depurar la observación o el aparataje semántico, a ver qué remedio...

El problema es cuando se pasa de A a B o se entra en A con aspecto de B sin más...

Por listo, Francissco se acaba de ganar un magnífico ejemplar de Insula Avataria. Su post es el post que más me ha gustado de todos los de esta entrada. (no, en serio, me gusta). Siga atento próximas instrucciones.

Rebel dijo...

Os equivocais del todo. El quid de la cuestión, el ser o no ser se reduce pues a la siguiente pregunta:

¿Quien coño es el árbitro?

Malena dijo...

Muchas gracias por el link! No sabés lo feliz que me pone.
Y también me pone feliz que puedas ver el problema, teniendo, no obstante, una posición firme. He recibido muchos comentarios de futboleros empedernidos que tienen su opinión y que no se molestan en ver que esto no tiene nada que ver con que haya o no una pregunta.

Por mi lado, estoy no-tan-firmemente convencida de que un gol es gol cuando cumple el reglamento y no cuando sube el marcador.

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Lo que dicen ambos (Francisco y Sr IA) es exactamente lo que me interesa mostrar y los ejemplos tomados de ciencia son muy reveladores.


Lo primero que cualquiera que quisiese refutarme diría es que no, no hay problema con el realismo o no, porque basta con poner una cámara en la cancha para ver qué pasó. Lo mismo en derecho; claro que el juez no sabe quién es culpable y quién no, pero eso no significa que haya dilema entre construir la realidad o descubrirla. Porque si pudiésemos filmar a todo el mundo, todo el tiempo, sabríamos quién es el asesino, por ejemplo.

Esta es la que yo llamaría "tentación de la cámara" o "tentación de la mirada divina". Es una manía que supongo que tenemos los seres humanos desde que aprendemos en la más tierna infancia que nuestra madre no desaparece cuando se va de nuestro campo visual: la idea de una mirada absoluta que garantiza la existencia de los demás. "No los puedo ver en este momento, pero podría verlos si estuviesen a mi alcance; ergo, existen".

El problema está justamente en mirar la situación como si se tratase de un partido de fútbol, cuando en realidad uno debe verlo desde la perspectiva única del árbitro. O verla como hechos que llevaron a un juicio, en lugar de meterse en la cabeza del juez. Que no pueden ir a determinado lugar y tiempo para ver lo que no vieron, sino que tienen que reconstruirlo (o construirlo sin más) a partir de indicios.

Es por eso que me parece tan revelador compararlo con el quehacer científico: en esa situación desaparece la "tentación de la cámara" o "de la mirada divina". No hay modo de ver que el electrón tiene o no una carga positiva. Ahí sí, debemos aceptar que, en mayor o menos medida, somos nosotros los que decidimos qué entendemos por ente y si X es o no un ente. Lo que de manera un poco más pretenciosa llamé "determinar el status ontológico de un hecho"

Sr. IA dijo...

Elbuho... A mí su comentario me parece de lo más atinado (¿Idealismo solipsista?). Libro para el caballero.

Malena, yo es que tiendo a idealista y me emociono con esto de establecer el estatus ontológico del hecho. Pero más allá, me gusta lo potente de la analogía, y el guiño futbolero no está nada mal. Anda que no da guerra la polémica sobre si metemos el ojo de halcón o bastará con encajarle un chip a Casillas en el c...

Saludos

Rebel dijo...

La analogía futbolera solipsista sería algo así como tirar un penalti y que todos cierren los ojos incluido jugador y portero.
Al abrirlos, aunque vieramos la pelota dentro, ninguno podría afirmar si ha sido gol o no, ya que nadie sabría si la pelota entró entre los palos, o rebotó en la grada y se coló por detrás de la red.
... Y aunque de entre todos hubiera solo uno que hubiera abierto los ojos y pudiera decir que ha sido gol, nadie debería creerle, ni que fuera el árbitro. (eso si, habría que aceptar el resultado)...
Gracias por el futuro libro IA. Lo espèro con ansia, aunque sea de Luis Besa y no tuyo.