Reseñar que en los últimos tiempos, la totalidad de los ingresos procede del buen éxito cosechado por mi encendida loa a San Antonio (la correcta elección de una foto es clave), así como por cierto revuelo en el mundo astral acerca de mis comentarios sobre Ofiuco. Analizado en profundidad el caso, veo que todo se reduce a etiquetar la foto con un "imagen de X". De dónde X puede ser San Antonio, Ofiuco o Lady Gaga desnuda (que es la tercera entrada que más ingresos me reporta). Automaticamente, cuando alguien realiza búsquedas de "imagen" + X, Google pone un enlace a mi blog en las primeras posiciones, o al menos, en los casos antes dichos.
Todo se reduce pues a la fe. La fe en San Antonio, en que la posición de los astros determina las circunstancias de los hombres o de que, efectivamente, existe una foto de Lady Gaga enseñando algo más que bragas de carne.
Lo de Ofiuco es especial. Al principio de mi meteórica carrera como bloguero, en una fase de mi vida en que juzgaba importante humanizarme, recogí de un libro la existencia de la décimo tercera casilla zodiacal, de donde supuse que, a falta de pistas, cabía empadronarme allí. Ofiuco domina mi existencia desde entonces.
Algo ha pasado. En México un programa de la tele ha descubierto Ofiuco, lanzando, por un lado, alarmistas mensajes de que la gente está mal etiquetada zodiacalmente. El que pensaba ser Sagitario ahora cae en Tauro y el Tauro se torna Ofiuco. Alarma general y los astrólogos obligados a calmar las aguas con rocambolescos argumentos so pena de condenarse a cientos de años de reescritura de lo ya escrito. Viendo que el horóscopo no vale, en la tierra de los faraones el pueblo ha decidido mudar su suerte. Que tengan fortuna. Se merecen un futuro mejor, seguro.
Cuenta Besa que, currando en la Vanguardia de becario, le encomendaron el enlace con la astróloga de la redacción. Puntilloso y efectivo, Besa cumplió pundonorosamente su cometido hasta que un día dio en cambiarle a los escorpio el adjetivo. "Buena semana para el sexo", quedó en "Mala semana para el sexo" (lo cual, además, resultó ser más cierto, atendiendo al menos al signo zodiacal del propio Besa y su experiencia directa). Nadie se coscó. Y, conociendo Besa -el autor de la novela Insula Avataria, próximamente en las más selectas librerías- que así podía modificar el destino del mundo, dio en maquinar pequeños cambios para mejorar la suerte de la humanidad poniendo "muy" donde Mercurio fijaba "poco" y eliminando el "sí" por el "no", por más que Júpiter, a su paso por Marte, vaticinase lo contrario. La astróloga finalmente se quejó y el redactor jefe informó -educadamente- a Besa de que, a pesar de ser una práctica becaria muy extendida la adulteración de zodiacos, aquel era un diario serio, disciplinado con las determinaciones cósmicas, más siendo la sección una de las más leídas del diario.
Cristianos, cientificistas y astrólogos siempre han tenido problemas con el libre albedrío. ¿Dónde queda la humana libertad si tus reacciones intelectuales proceden de un software neural diseñado por los genes? ¿Libre de qué, si en su inmensa sabiduría Dios ya sabe que penarás en el purgatorio tu pereza, gula y egoísmo aún antes de ser generado por tus padres?¿Voluntad para qué, si tu elevación a primer ministro depende del influjo de Ofiuco?
Para mí, sin embargo, la libertad es. Soy un ser libre. Lo tengo tan claro que nunca jamas le he dedicado a eso mucha reflexión. Los que creen en los astros deben pensar que su suerte, más que en Venús, está en las mano de un becario idealista con ganas de cambiar el mundo. Los creyentes, pueden recurrir a Suárez y al conocimiento potencial realizado en acto por designio divino (en una de malas). Puedes pensar que eres libre y proceder como sí no lo fueras, y pensar que no y proceder como si sí. Puedes creer que no o puedes creer que sí. De donde, quod erat demostrandum...
1 comentario:
o en máns de la dóna del ginecòleg que li ha organitzat les vacances per la qual cosa t'ha d'avançar el part fent-te veure oxitocina a galet o, si no raja, a cop de bisturí. que ja té trons canviar-li el destí zodiacal a la canalla perquè la senyora de no pot estar-se'n d'anar a la riviera a fer el pansa
Publicar un comentario