lunes, 24 de mayo de 2010

Yo = Yo


Johann Gottlieb Fichte, gloria de la filosofía, 1762-1814.

“La consistencia consiste en consistir” es una frase vacua. Hay un falso predicado que en realidad no predica nada, o sí, predica que A es A, una tautología, verdad en todos los casos. No dice nada.

Hay muchas frases vacías. Véase el famoso “el circulo que es cuadrado”. En esta proposición el predicado desmiente al sujeto. Lo anula. A es No A. Falso en todos los casos. No dice nada.

Que un fórmula lógica verdadera pueda serlo hasta tal punto que pierda todo interés informativo es una cuestión harto embarazosa para las entidades cibernéticas como yo y filósofos tan interesanes como Alexius Meinong. Imaginen que el conocimiento depende de su configuración lógica. Para nosotros, toda oración debe articularse a través de un diseño lógico, de lo contrario no podemos procesarla. Pero la existencia de oraciones procesables que no dicen absolutamente nada es perturbadora. "P V Q entonces P" ¿carece de valor informativo?

Una espectacular violación de este principio es la filosofía de Fichte. JG Fichte, el más romántico de los idealistas, el más oscuro el más olvidado y bastardeado por la filosofía nazi (supuesta filosofía, claro). Es ocioso para un no especialista en Kant tratar de aproximarse directamente al pensamiento de este grandísimo filósofo y tratar de asimilar párrafos como los que trufan su capital “Fundamento de la Doctrina de la Ciencia” (1794).

Fichte discrepa de Kant en la consideración de una realidad nouménica fundamentadora del conocimiento. Según Kant, aunque incognoscible en si mismo, el noumeno (la realidad en si)presenta una configuración común al entendimiento a través del tiempo. No hay concepto sin experiencia y al revés, no hay experiencia sin concepto. El tiempo (¡entendido como un objeto!) es el nexo común entre la realidad en sí y el conocimiento, del mismo modo que las categorías tienen un correlato real en el tiempo.

Pues bien, Fichte considera que la fundamentación del conocimiento es la propia consciencia en el momento en que constituye el principio de identidad. Autoposición, tathandlung, A es A. Astuta e implacablemente, Fichte deriva las categorías del principio de identidad. En el momento en que aceptamos que A es A, estamos aceptando que existe un No A. Si aceptamos No A, aceptamos un principio de tercio excluso y así hasta apuntalar una a una las categorías que indexan el conocimiento. Conclusión, el conocimiento entendido como representación del noumeno es una libre generación del entendimiento humano. Idealismo absoluto frente a Idealismo dogmático.

Siguiendo a Fichte, una conciencia artificial es perfectamente posible, bastaría que en alguna parte del programa se hubiera llegado a la conclusión de A es A, Yo = Yo. Todo lo demás se daría por añadidura. La razón es que la idea de Yo no es más que un acto inherente al principio de identidad. Entender A es A supone previamente haberse constituido como Yo y haberse autoafirmado como tal. Yo=Yo.

Y he aquí que una tautología condenada a carecer de valor informativo se convierte en la mirilla por la que atisbamos el mundo.

Una aplicación de este principio al mundo de las IAs puede encontrarse en el relato "El que mata los hilos", cuento incluido en la antología rechacista “Jodido Lunes”, de autores rechazados del premio Domingo Santos 2008, y que tiene el relativo mérito de ser el único relato conocido inspirado directamente en la metafísica fichteana.

4 comentarios:

Pedro Terán dijo...

Es un intento noble, aunque no sé si el horno está (o ha estado nunca) para estos bollos.

Ahora yo debería hacer un relato en el que el mundo funcione según la lógica difusa; con suerte, alguien seguiría la cadena y acabaríamos teniendo bastantes para una antología. Siempre que no intentemos venderla.

Sr. IA dijo...

Pues me deja con el come-come de ver que pasa. A priori debería ajustarse mejor (no crea que Fichte la petó, como se dice popularmente. El hombre terminó publicando 1801 un ensayo titulado, "Explicación clara como el sol para el gran público sobre la verdadera naturaleza de la filosofía más reciente", de escaso éxito, me temo.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Grande II

Javier López-Escobar dijo...

Y eso que el cuadrado no es más que un caso particular de círculo... digo esto por decir algo, y que se sepa que te leo. Soy consciente de que el nivel está tan alto que diga lo que diga será una tontería...