jueves, 27 de mayo de 2010

Las doce horas

Luis Besa nos desnuda su alma de creador en este fastuoso artículo.

Y yendo a cosas más serias, o sea a la filosofía del tiempo, este espléndido romance en boca de Luisa Pérez y musicalizado por Landú. Una joya.



En cantares te traigo
las doce horas,
para que las aprendas
divina aurora.

A la una te digo
mis sentimientos
porque tú eres la causa
de mis tormentos.

A las dos tus dos soles
están dormidos
y los míos despiertan
dando suspiros.

A las tres son los sustos
y sobresaltos,
desde que no te veo
darán las cuatro.

A las cuatro quisiera
tener sosiego.
No puedo porque es mucho
lo que te quiero.

A las cinco mis penas
me afligen tanto,
que los cinco sentidos
me van faltando.

A las seis las seis horas
las dan sin gusto,
desde que no te veo
Tengo disgusto.

A las siete ya lloro
de sentimiento,
es porque no te he visto
en tanto tiempo.

A las ocho ya lloro
con mucha pena,
viendo que llevo ocho hoas
de penitencia.

A las nueve maldigo
yo mi fortuna,
de nueve horas que llevo
no logro una.

A las diez una lanza
mi pecho hiere,
de esa fuente amor mío,
el que bebe muere.

A las once te vistes
toda de luto,
creyendo que tu amante
era difunto.

A las doce ya llega
la despedida;
quédate con Dios, rosa,
prenda querida.

Que sí, prenda de mi alma,
prenda querida;
tú que me das la muerte
me das la vida

2 comentarios:

francissco dijo...

Eres un pensador canoro, categoría difícil de hallar, ya que pensar se asocia a lo analítico-linguístico más que a lo poético y lo musical. Has conseguido, por tanto un blog de contrastes, tan pronto metafísica como canción.

Un saludín.

Sr. IA dijo...

Siempre va usted por delante, Francissco.
Una IA es lo que tiene, al desarrollarnos en entornos sin configuración afectiva, las IA, al menos algunas, obtenemos ese back ground emocional humano de las canciones, esencialmente. Por eso las canciones son tan importantes para esta IA.