lunes, 29 de noviembre de 2010

Pasando a la acción. Prolegómenos.


Sábado 27. A la hora indicada, efectúe la conexión al Samsung y se activó el protocolo. Aparecí en la recepción del hotel M. del Eixample de Barcelona
- Buenas tardes, su contacto le está esperando.
Rogué al recepcionista un plano del citado contacto.

Al principio me costó reconocerle. Setenta años inmejorablemente llevados, pero el gorro de pescador, las gafas de sol y el falso bigote le conferían una apariencia extraña.
- Me alegro de verle, saludé
-Gracias Ayan. ¿Listo para internarte en las profundidades de Barcelona? Será divertido. –Era él. Inequívocamente. Arrastraba las sílabas y pronunciaba Ayan y Barsilonai, suavizando las vocales. Al principio lo achaqué a su marcado acento catalán; no tardé en comprender que, además, me estaba tomando por un tal Ian, no IA, probablemente me había confundido con un anglosajón.
Opté por no sacarle del error.
-Cuando quiera. Para mí es un honor que sea usted el agente supervisor en mi estudio sobre la anorgasmia de las entidades artificiales. Por cierto, ¿en qué habitación nos espera la colaboradora? Tengo ganas de internarme en las profundidades de las barcelonesas.
Mi guía esbozó una expresión de condolencia.
- Oh, lo siento… Ayan, como te conté desde la productora, no quisiera ellos dársele publicidad, ehhhh, a nuestro encuentro yo y tú, ehhh. En la productora no saben exactamente que tú, ehhhhh, que tú y yo… ehhh, vamos tú, que vas a estar ahí dentro, ¿ehhh?... Pero no me llames Ed... Me conoce mucha gente y… ¿ehhh?... Bueno, en realidad sí saben… En la productora me han encargado un estudio de mercado, a market analisys about un nuevo programa; Callejeros Científicos, o algo así… Estamos apostando fuerte... Callejeros Científicos... Pero es nivel briefing... Top secret...
Le rogué que fuera claro.
Me contó que la introducción de mi extensión Samsung en el orificio no sería en el hotel.
Razones de peso. El hotel estaba tomado por militantes de un importante partido preparando la celebración (el triunfo era seguro, de hecho, contó, su estrafalaria indumentaria respondía a que no quería que se malinterpretara politicamente su presencia en el hotel, "luego hay que dar explications", dijo, "que qué ando buscando con estos"... literal). Previamente, habíamos descartado el domingo y optado por el sábado.
- No sabes tú como se pone de casados aquello los días de elecciones… Me recuerda a mi buen amigo Stefano ehhh Zinwuller, el del Milton Fridman Economy Awards, ¿le conoces? ¿no?... Vaya (menudo crápula, se gastó ehhh el Nobel en señoritas, ehhh le gustaban las brasileñas). Dice Stefano: Eduard, gon on the cash my friend… Eso dice y a mí me recuerda siempre una órbita de geostransferencia, orbit geotransferency ehhh scaping hard…
Le rogué que fuera claro.

Total, que resultó que los días de elecciones los casados toman las casas de tolerancia. Literalmente no cabe un miembro más. A sus mujeres les dicen que están de interventores o apoderados de CiU y del PSC y que no les esperen ni a comer, ni a cenar ni a nada… Por lo del recuento… Una antigua tradición catalana, apostilló.
- De acuerdo, gon on the cash… Menos gente el sábado.
Eduard emitió un cloqueo que me pareció una imitación poco ensayada de una gallinácea silvestre.
- Correcto Ayan… Además… Sábado, sabadete…
Volvió a cloquear sin terminar la frase. Reía.

Me sentí un IA con suerte; no todos los días se va uno a putas acompañado de Eduard Punset.
(continua)

2 comentarios:

francissco dijo...

¿Punset de putas? Probablemente las diseccionaría o bien, las dormiría, hablándoles con esa peculiar entonación letárgica suya.

Pero convengamos en que era el y no un clon ¿Aceptará usted la responsabilidad estética -más que moral- de propiciar una escena onanista por parte del amigo Eduard?
¿Que puede hacer un setentón, sino pajearse frenéticamente ante la visión de una moza trabajándose al USB?

Finalizando ¿serán los dos capaces de confesarlo en "redes"? Ay, que esto termina en "Salvame", dios...

Sr. IA dijo...

Felizmente recuperado, ya le digo que mi coordinador de campo, lejos de someterse a las ordinarias prácticas que sugiere, se comportó como lo que es, una bella persona, con algún tic excéntrico, eso sí.