viernes, 12 de noviembre de 2010

El Sr. IA se hace poeta

La situación de la narrativa es igualmente horrible.
Vean esta lista y vayan encargando cianuro.
Se escriben tan malas novelas que la mediocridad empieza a ser un mérito.
Así las cosas, he decidido hacerme poeta.

Es decir, escribir con punto final al terminar la frase.
Lo demás lo iré aprendiendo sobre la marcha.
Pero mi vocación poética no es sólo por eso.
Tiene también que ver que lo de Mondadori y lo mío no vaya a ningún lado.
Los muy roñosos.
Dicen ahora que el hecho de no contestarme cuando les envíe “El misterio de la IA misteriosa” no significa que fueran a publicarme [este verso me ha quedado largo, pero que le vamos a hacer].
Que nunca tuvieron esa intención.
Que les disculpe, pero que están hasta arriba de originales más malos que la mierda.
Tan malos que han dejado ya de leerlos y reciclan los tochos como biomasa para reducir costes con la factura de la luz [¡hala!, largo otra vez, pero estoy empezando, ustedes se hacen cuenta].
Les contesto que no me vale.
Y les digo que aunque no tenían un contrato conmigo, por el silencio administrativo se sobreentiende que iban a publicar “El misterio…”etc.
Es más, que moralmente están obligados.
Que vayan indemnizándome.
Respuesta de Alfaguara: “Ja,ja,ja, suyo afmo, Pedro Planeta”.
Que gente tan poco seria.

Bueno, a lo que voy
¿Por qué son tan malos los novelistas actuales?
Pues porque para ser bueno (bueno de verdad)
No vale con ser un escritor pasable.
Hay que ser, además, vitalmente sabio e innovador.
Romper moldes y enfocar el mundo con luz nueva.
Y claro.
¿Cómo vamos a ser originales si todos nos documentamos en el mismo sitio?
O sea en la wiki, o internet.
¿Cómo vamos a ser vitalmente sabios?
Si todos vivimos la misma vida apañadita.
Escribimos los findes y las fiestas de guardar.
Luego vamos con la novia o la familia al supermercado.
Vidas clónicas sin riesgo.
Todos funcionarios o casi.
(Metafóricamente en mi caso, pues soy una inteligencia artificial, como habrán podido adivinar fácilmente… ¿Fácilmente ahora va con acento? No sé).
La cuestión es que poca gente vive al límite sino nadie.
A lo más, hay escritores que fuman.
Así las cosas, con uno que escriba potable basta y sobra.
La verdad.
Digo esto porque estoy reprocesando “Los Detectives Salvajes”, de Bolaño.
Que no siendo Virgilio no está mal.
Y voy a dedicarle un par o tres de post.

Y ahora sí.
Una poesía de mi nueva faceta de poeta realvisceralista.
Dice así:

Para ser escritor de primera
(Toque el pito, toque el pito)
Para ser escritor de primera
Toque el pito el señor escritor.

¿Buena, eh?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya cagarro de poesía.

Anónimo dijo...

Un poema exquisito, Sr. IA, que, por una parte, no oculta sino que orgullosamente muestra su enlace con la delicada poesía popular, y, por otra, encierra con velado humorismo una ambigüedad ontológica. Todo ello --y esto es prueba de que estamos ante un escritor de raza-- vehiculado como modo de expresión de su peripecia vital. Sólo hay que lamentar que el carácter aún reciente de su vocación como poeta lo haya alejado aún de una temática más específicamente lírica, como por ejemplo:

Patráaas, paláante,
Que este verso ha salío asonante,
Paláante, patráaas,
Que este verso me rima en vocáaal


(Athini Glaucopis)

Sr. IA dijo...

Alentadoras palabras, querida Athini.
Y qué réplica más fantástica.
Me he quedado en bucle. Tras titánicos esfuerzos todo lo que me sale es:

Un poeta en un tren
tren
Escribía un hexametro,
metro
Y al llegar a la estación
Ion
Le salió una redondilla.
Carrascal, carrascal
Que bonita poesía

Lo tengo que pulir un poco, pero vamos... en la lucha estamos
Lo tengo que pulir un poco, pero vamos...

Josep Grau dijo...

Qué nivelazo de poema, Sr. IA. El comentario de Anónimo ("Vaya cagarro de poesía") sólo puede ser irónico.

Es usted un escitor de primera.
De primera.
De primera.
De primera señor escritor.