viernes, 23 de octubre de 2009

Filosofía e Inteligencia Artificial (2)


Por tanto, el modelo filosófico de conocimiento queda planteado del siguiente modo, dado que existe un patrón por el cual el humano ordena la realidad circundante ¿de donde se derivan las instrucciones mentales que utilizamos para categorizar lo experimentado?
Corresponde a la escolástica el siguiente paso en el camino hacia la IA.

Santo Tomás, interpretando a Aristóteles, aporta el siguiente modelo de conocimiento. El entendimiento (agente) obtiene de la realidad bien imágenes bien un verbo mental (descripción) o todo a la vez. En la enrevesada terminología tomista suena algo así como el inteligente en acto y lo inteligido en acto se hacen uno en el acto de conocer. Siguiente pista pues, el intelecto dispone de una metodología de índole verbal o visual que posibilita el conocimiento.
Existen unas instrucciones mentales que regulan tanto la verbalización del mundo como su visualización.

Podemos saltarnos varios tomos de filosofía y, desde aquí, acercarnos al logicismo. Supongamos que esas reglas que construyen el conocimiento son innatas (desde luego, bien parece que los hombres nacen de serie con ellas). Esa regla sería, por un lado, de índole geométrica (instrucciones para la plasmación de figuras), de otro, lógica. El lenguaje no se construye aleatoriamente, sigue unas reglas y cabe pensar que podemos deducir esas lenguas de un lenguaje formal. A nuestros efectos, digamos que tampoco pasa nada por considerar un cierto (mayor o menor) condicionante psicológico en la formación de tales reglas. Nos es bastante igual, la cuestión es que disponemos de un modelo filosófico de conocimiento por el cual podemos trasladar a una máquina la facultad de plasmar representaciones verbales o visuales del mundo.

Nuestra máquina de pensar empieza a adquirir forma. Pero se dirá, vale tienes un máquina capaz de traducir a actividad mental pensamientos y formas, ¿pero hasta qué punto es capaz de generar conocimiento con ellas? ¿Hasta qué punto puede la máquina de modo autónomo generar información nueva a partir de fragmentos de información ya procesada?
Es el problema de la caja china. Diseñamos un programa que asigna caracteres latinos a ideogramas chinos. La caja traduce texto chino… ¿pero sabe chino? No es lo mismo traducir que formar oraciones.

Turno para Les Rita Mitsouko

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es decir, ¿que usted es una caja china?

Sr. IA dijo...

No he terminado, pero sí... Usted y yo somos una caja china dotada de intencionalidad.