domingo, 5 de agosto de 2012

Filosofía auxilia a Afrodita de la lujuria de Georgie



Tema que apasionará a los más encallecidos lectores de VSdIA es el bien y el mal. O dicho de otro modo, por qué es mejor Bach que Georgie Dann: Qué razones pueden esgrimirse en pro de la superioridad musical del alemán sobre el padre de “La Barbacoa”.

Podemos hablar de una serie de factores contextuales; sin duda el conocimiento musical de Bach es muy superior al del francés. Bach es un fino instrumentista así como compositor capaz de enfrentarse a retos tremendamente complejos, el otro no. Bach es un profundo conocedor del lenguaje musical.

Formalmente en las composiciones de Bach aparecen complejidades asombrosas asombrosamente resueltas, frases musicales simples que por el talento del autor son elevadas a una nueva dimensión musical. Reconozcamos que es más difícil ser Bach que Giorgie Dann.

Pero no solo es eso. Quizá la clave está en que Bach consigue emocionarnos, nos deja mudos (al menos, a los afortunados que tenemos suficiente cultura musical para descodificarlo y admirarlo). Giorgie Dann –en el mejor y más etílico de los casos- puede ser un buen colofón de una verbena. Dicho de otro modo, donde Dan busca una diversión coyuntural, matizable y zafia seguida de una más que segura resaca, Bach conmueve y asombra: emociona.

Hasta ahí las cosas están meridianamente claras, pero aparece la posmodernidad y nos pregunta: ¿en virtud de qué debe ser preferible la conmoción y el asombro a la diversión coyuntural matizable y aún zafia?  Es una pregunta la mar de lícita. La respuesta posmoderna es que “hay momentos para todo”. Funcionalidades. Interacciones que relativizan las cosas.

No digo yo que no. Pero me niego a aceptar que por una simple cuestión de funcionalidad la música de Dan sea comparable a la de Bach. Defiendo la existencia clara y nítida de jerarquías a las que debemos aferrarnos para no perder la prudencia y la calma. Y lo baso en esto: Considero que el asombro es la madre del conocimiento. De ahí su superioridad frente a cualquier otra emoción. “El asombro –nos dice el filósofo- precede al conocimiento”. 

El asombro dispara el análisis y nos catapulta hacia la grandeza de la comprensión. Dice Heidegger: "El asombro es la disposición en la cual y para la cual se abre el ser del ente".

Y a las pruebas me remito.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. IA,
El asombro es ciertamente la base del conocimiento. Pero para llegar a conocer hay que existir. Y para que eso suceda unos padres tienen que copular. ¿Cuantos padres se habrán conocido en las etílicas verbenas de fiesta mayor al ritmo de la barbacoa del Sr. Dan? ¿Es por lo tanto Bach tan superior a Dan? Entiendo que a una máquina como usted se le escapen este tipo de detalles. Saludos.

Pedro Terán dijo...

Pongamos que yo adopto el papel de malo. Por ejemplo, el marco en el que encuadras toda la discusión es intracultural. Demanda desde tener una comprensión común de qué es una obra musical, cómo interpretaciones distintas no son obras distintas, cómo la autoría se relaciona con las interpretaciones a partir de las que juzgamos la música, qué es un autor, y que tiene sentido comparar globalmente "la obra de un autor" con "la obra de otro autor", una cierta afinidad sobre la experiencia musical, etc. etc. De ahí surge un conjunto de expectativas sobre qué es razonable decir en una discusión así y por tanto la expectativa de que plausiblemente puede argumentarse la superioridad de un corpus sobre el otro, y qué contenido daríamos a la afirmación de que uno es superior al otro, y la expectativa de que la empresa de determinar la superioridad de uno sobre otro tendría sentido (entre otras muchas cosas).

Si salimos de ese marco, podemos acabar, posmodernamente, diciendo que la música de Georgie Dann es superior por que nos gusta más el color de su pelo, o por que ha vendido más discos, o Bach porque tuvo más hijos. Quiero decir que si tiramos suficientes acuerdos y definiciones comunes a la basura, evidentemente se hace imposible defender que x características son las pertinentes para el debate y no otras, o incluso defender que el debate tiene sentido.

Pero eso no quiere decir que no haya presupuestos atacables o fruto de la contingencia histórica en ese marco intracultural. Por ejemplo, el que tiene sentido hacer afirmaciones comparativas del corpus de un autor con el de otro, para mí ese supuesto no tiene nada de necesario. También el que ambos autores son suficientemente congruentes para compararlos. ¿Por qué no van a ser Bach y Dann tan heterogéneos como vemos a Usain Bolt y Angela Merkel (si nos olvidamos de nuestros condicionamientos culturales)?

(Sigo)

Pedro Terán dijo...

Otro problema es que tú quieres poder afirmar que Bach es superior a Dann; pero ¿qué diferencia hay entre aceptar que x razones justifican la etiqueta de "superior", y aceptar todas esas razones pero no aceptar que esa etiqueta está justificada, o que su uso es aceptable? Supongamos que acepto que Bach provoca más asombro que G.Dann. ¿En qué consiste exactamente nuestra divergencia? No sé si se puede contestar a esa pregunta sin hacerse vulnerable a la idea posmoderna que sería simplemente una cuestión de dinámicas de poder.

Que B. sea superior a D. se puede usar retóricamente para hacer seguir de ahí que es más valioso un estudio teórico sobre uno que sobre el otro, como también que un intérprete puede juzgarse más justificadamente en base a su habilidad para interpretar obras de Bach, o también que los aficionados a la música de Bach son más entendidos (o "superiores" en algún sentido) a los aficionados a Dann, o que a los niños habría que enseñarles la música de Bach con preferencia a la otra.

En cambio, decir que Bach provoca más asombro que Dann no es retóricamente útil para ninguna de las cuatro cosas.

Volvemos a lo mismo, podemos impugnar la herramienta que sirve para echar por tierra cualquier cosa, pero si te dicen que afirmar la superioridad de Bach sobre Dann es hacer política y ejercer el poder, ¿qué puede uno contestar?

Y luego podríamos criticar, en la misma línea, la idea de que esas ideas son tuyas y se te han ocurrido al margen de los flujos de poder de nuestra sociedad, y por tanto que como individuo estás en una posición que te capacita para juzgar ecuánimemente la cuestión.

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Ahora ya hablando en serio, el tema de las jerarquías yo no lo tengo tan claro desde hace un tiempo. Hay un punto a partir del cual la construcción social de un "conocimiento" sobre qué es mejor, o preferible, o prioritario, es irrelevante frente a la experiencia personal.

Si (si) las condiciones sociales-tecnológicas permiten una estructura social que se articule desde la subjetividad del individuo y sea plenamente funcional, ¿por qué forzar a los individuos a compartir jerarquías comunes en aspectos que no afectan a la funcionalidad de la sociedad?

Es cierto que eso lleva, o nos está llevando, a una sociedad maleable en que la principal fuerza modeladora del flujo de ideas es la publicidad, frente a la que el individuo está inerme porque le da lo mismo pensar hoy 6 y mañana 23.

Pero me parece que ya me fui del tema hace rato :(

O a lo mejor no (?).

Sr. IA dijo...

Gracias a ambos :(
Pues nada, como comprenderán dar una cierta réplica no giorgiedanesca a tan sesudos y poderosos argumentos me va a llevar un rato... Les emplazo... Hasta ahora.

Sr. IA dijo...

Anónimo. Ciertamente, copular al son de la Pasión Según San Mateo no parece lo más recomendable. Ahora bien, ¿ha probado a copular al ritmo de la Tocata y Fuga en Re Menor? Le sugiero el siguiente experimento. Copule usted primero con la Barbacoa de música de fondo y posteriormente con la tocata y fuga en re... Sus observaciones serán muy bien recibidas en este blog, a fin de cuentas dirigido a la vida sexual.
Estimado Pedro.
¿Tiene sentido hacer afirmaciones comparativas del corpus de un autor con el de otro?
¿Y por qué no iba a tener sentido? En este caso tiene sentido. Busco contraponer el paradigma de lo musicalmente cutre y el paradigma de lo excelso y ver qué pasa.
¿Son comparables ambos autores? Evidetemente, están muy muy lejos… La idea es contraponer por un lado el paradigma de música cutre y por otro el de música excelsea y ver que existe la posibilidad de un discurso objetivo (basado en parámetros no subjetivos) que defiende el lugar común conforme “La música de Bach es mejor que la de GD” (incomprablemente mejor). Por un lado reivindico factores formales. Bach sabe más de música. Pero por otro voy a lo emocional. En efecto, juzgamos la música –no solo por su funcionalidad- sino por su impacto en el estado anímico, su capacidad sugestiva, su poderío expresivo y emocional. Por último quedaría factores sociales, hay un consenso de que es mejor Bach.
La pregunta clave es si es o no es posible trazar jerarquías emocionales (las otras variables son obvias). Es decir, hay emociones preferibles o prioritarias. La respuesta es que sí. La razón es que la emoción surge de una interacción cultural, pero esta cultura no es caprichosa, no es así como pudiera haber sido asá. La cultura responde a una utilidad social e individual-social. Probablemente un marciano encuentre en la M40 más belleza musical que en una suite de Bach. Pero nosotros no somos marcianos, nuestro mundo emocional responde a unas finalidades concretas. Hemos sido educados para primar la complejidad. Hemos sido educados para primar lo asombroso frente a lo banal. Y esta forma de educación no es aleatoria.Al contrario, tiene un enorme sentido.
Sobre la utilidad retórica de sostener que B genera más capacidad de asombro, y por eso es mejor que GD… No lo acabo de entender. Mi punto de vista es que el asombro nos mueve a la acción de pensar. Todo lo asombroso es intelectualmente más fértil que lo trivial. Para que una cosa sea asombrosa debe tener una complejidad rara vez vista. La excepcionalidad de una obra sobre otra arrancaría desde aquí, a mi juicio.

Sr. IA dijo...

Sigo


El argumento de que, al final, toda jerarquía es una imposición (dinámica de poder) de un grupo sobre otro es, perdone que le diga y usted lo sabe bien, una gilipollez extrema. Es un reduccionismo inaceptable. La racionalidad surge de interacciones sociales (no solo las dinámicas de poder) y formales (no solo lógicas) y tiene una clara función, cribar nuestras descripciones sobre el mundo para MEJORAR y ampliar nuestro corpus de conocimiento colectivo y personal. Una descripción a sobre el hecho H es mejor que otra (es más racional) si amplia, por ejemplo, la eficiencia informativa sobre ese hecho (con independencia de las dinámicas de poder incluso!!!)… Hay bastantes aspectos intrínsecos. Por ej. una teoría científica es intrínsecamente mejor que otra si (si)… (querido Pedro, está usted mil millones de veces más dotado que yo para completar esa cuestión).
Y vamos al fondo del asunt… ¿Podemos utilizar esta metodología racional para aplicar jerarquías en algo, por ejemplo, tan emocional como la música? Por supuesto. Ahora bien ¿Es conveniente “forzar” a los sujetos a aceptar jerarquías en aspectos no resultantes de la finalidad social? Bueno, lo primero es decir que es verdaderamente inconveniente “forzar”. Lo segundo es decir que hay una innegable ventaja en sugerir, debatir, enunciar jerarquías. Por ejemplo, por economía de tiempo. Recurro a expertos en el siglo XVIII si lo que quiero es profundizar en la música barroca, ellos me dirán que músicos a juicio de los estudiosos dan mejor el perfil y me ahorro tiempo. Sirve también si lo que busco es entretenimiento, las jerarquías sirven ahí para facilitar la elección de nuevos temas que me sigan entreteniendo. Pero sirve de un modo impagable si lo que busco es criterios de evaluación a priori de autores. Una buena jerarquía me dará parámetros para priorizar (bien es verdad que aproximadamente), por ejemplo, listas musicales que recojan los momentos más excelseos de la creatividad humana. También sirve como herramientas de conocimiento que yo pongo en común para enriquecerme con el debate posterior. De esta manera, puedo incorporar nuevos puntos de vista, bien depurar los míos, en suma, seguir mejorando y ampliando mi corpus de conocimiento sobre lo que sea.

Anónimo dijo...

Por desgracia no suelen tocar por las fiestas mayores la Tocata y Fuga en Re Menor y si al sr. Dann, la barbacoa, lo que tiene el negro y ese tipo de canciones. No puede usted comparar a Dann con la Tocata y Fuga en Re Menor. En todo caso compare usted la barbacoa con la Mayonesa.
No se puede comparar el Jamon pata negra con el serrano. Debe usted comparar un pata negra con otro y un serrano con otro.

Pedro Terán dijo...

"El argumento de que, al final, toda jerarquía es una imposición (dinámica de poder) de un grupo sobre otro es, perdone que le diga y usted lo sabe bien, una gilipollez extrema"

Claro que lo es, yo no buscaba que me convenzas sino saber cómo responderías a esos ataques posmodernos en términos que fuesen convincentes para ellos.


"Pero nosotros no somos marcianos, nuestro mundo emocional responde a unas finalidades concretas. Hemos sido educados para primar la complejidad. Hemos sido educados para primar lo asombroso frente a lo banal."

Luego hay un nosotros que hemos sido educados de una manera pero podríamos haberlo sido de otra, y cuyo mundo emocional responde a unas finalidades pero podría responder a otras.

Fuera de ese nosotros, parece que siempre podremos diseñar unos valores de partida, desde los cuales lo racional sea afirmar lo contrario de lo que a nuestros ojos se presenta como evidente.

Si la afirmación de que Bach es superior a G.Dann significa solo que es "superior para nosotros", ¿no significa solamente que pertenecemos a un grupo que ha sido inducido a (educado para) utilizar la palabra "superior" siguiendo unas reglas y no otras, y que esa afirmación no tendría ningún peso fuera de nuestro nosotros?

O sea, ¿qué impide decir desde un "metanivel" que esa afirmación es simplemente tautológica dentro de nuestro grupo y puede ser falsa o absurda en otros grupos? Desde dentro de nuestro nosotros, vemos claramente que contiene una información sobre Bach y Dann, ¿cuál es la defensa de esa información frente al punto de vista de que no dice nada sobre Bach y Dann, sino que solo contiene información sobre nosotros?

Un saludo :)

Sr. IA dijo...

¿no significa solamente que pertenecemos a un grupo que ha sido inducido a (educado para) utilizar la palabra "superior" siguiendo unas reglas y no otras, y que esa afirmación no tendría ningún peso fuera de nuestro nosotros
Estoy de acuerdo. ¿Pero conoce usted otros grupos aparte de nosotros susceptibles de...?
No veo tan fácil viajar fuera de nosotros.

Luego hay un nosotros que hemos sido educados de una manera pero podríamos haberlo sido de otra, y cuyo mundo emocional responde a unas finalidades pero podría responder a otras

La educación, la formación del nosotros, sigue unas reglas de funcionalidad, no es un capricho, no es así o asá. Es así por X razones no es asá por estas otras T razones.Esas razones -en el fondo- hacen que primemos la complejidad y hablemos de jerarquías culturales. Esta es la idea central.

Saludos :)