¿Puede un autor robar sus propios libros en la FNAC
impunemente?
Acaso seducido por las doctrinas de Agustí Follatrons, el famoso guru del marketing editorial para autores umbral, Besa ha sido noticia
recientemente por protagonizar un desagradable suceso en la FNAC de Callao.
Sabedor el hombre de que la prestigiosa librería ofrecía una
partida de Ínsula Avataria, se personó en la macrotienda. A la salida fue
abordado por dos guardias de seguridad que tras un registro le encontraron
escondidos por diversas partes de su cuerpo un total de cuatro ejemplares de
Ínsula Avataria.
Sin perder el aplomo, el Autor manifestó que él no había
sustraído nada, que los cuatro ejemplares eran suyos, acreditando su identidad y
apelando a los agentes a “ponerse en contacto con su editor”. Asimismo extrajo
un albarán certificando ser propietario de 950 ejemplares de Ínsula Avataria, “por
lo que es normal que siempre vaya con cuatro o cinco ejemplares encima”. Tras
unos momentos de confusión, los de seguridad llamaron a control de cámaras desde
donde se ordenó continuar con el procedimiento al disponer de grabaciones de
alta resolución en las que se identificaba al Autor sustrayendo diversos
ejemplares de Ínsula Avataria y camuflándolos (con una habilidad denotativa de
cierta experiencia) en insospechadas partes de su cuerpo.
Poco después, aún retenido el interfecto en las
instalaciones de FNAC, a las oficinas de la tienda llegó un burofax firmado por
“Agustí Follatrons, Letrado-Asesor de la Asociación de Autores Minoritarios”,
en la que se instaba a dejar en libertad a Besa. Follatrons argumentaba que
asiste al Autor el derecho a “revisar sus obras” y a “no desentenderse de las
mismas” en trasposición de la normativa europea en derechos autorales. En FNAC,
por su parte, contraargumentaron que el Autor era bien libre de revisar su
obras previo abono del PVP estipulado.
En una inmediata rueda de prensa (servida en exclusiva por
el reputado blog Os voy a joder a Todos), Follatrons realizó una encendida y
emotiva defensa del inalienable derecho del Autor a disponer de sus obras “libremente
y sin pagar nada de nada. Faltaría más… Ni un duro… estaría bueno… Es ya lo
último, que no puedas disponer de las copias de tu trabajo en un país donde es
legal las descargas de todo tipo de contenidos. Es que es ridículo. Es como
considerar que un autor plagia cuando se plagia a sí mismo. No podemos dejar
estas cosas en manos del mercado”.
Por su parte Besa amenaza con denunciar a la FNAC ante la
Comisión Nacional de la Competencia por considerar que FNAC practica sistemáticamente
la desigualdad y la exclusión social, menoscabando
la posibilidad de lucro de Ínsula Avataria al no exponerla en los escaparates en
igualdad de oportunidades respecto a las obras de autores como Zafón o Pérez
Reverte (adjunta fotos). “¿Qué pasa, que no soy tan español como ellos? Aquí o
follamos todos o la puta al río”, manifestó, sugiriendo a continuación que la
inquina de FNAC contra su persona “no es nueva, y me tienen envidia porque soy de
Lérida. Y además a ellos solo les interesa promocionar a escritores suecos y
belgas porque cobran menos y tragan con todo”.
Por su parte, Camilo Edgardo Tomasini, psicólogo de la FNAC
explicó que en los últimos tiempos están proliferando hurtos de libros
perpetrados por los propios autores. Suelen ser autores desconocidos, con una o
dos publicaciones en pequeños sellos, “Se creen que no los ve nadie y esconden
los libros de Ken Follet. Al principio no prestábamos importancia, pero luego se vienen arriba y
terminan robando los suyos (que revenden a mitad de precio a familiares y
compromisos). Pocos días después aparecen como basiliscos espumeando por la
boca y gritando a los encargados que por qué no se han repuesto los ejemplares
de sus libros, algunos se quedan horas y más horas hasta que consiguen que
alguien se amilane y lance un pedido. También se ha dado el caso de autores que,
disfrazados de carretilleros, se hacen pasar por personal inmigrante de la distribuidora
para entregar los libros sustraídos. Son muy listos y van siempre con el
albarán, hay que tener cuidado. El propio Follatrons, disfrazado de moldavo,
nos encolomó 130 ejemplares de sus novelas, de los que la mitad estaban en
blanco, solo tenían la cubierta”. A juicio de Tomasini, “Follatrons es
peligroso, Ínsula Avataria (que es una novela que se va a vender muy bien
porque es estupenda) no necesita de estas trapacerías”.
1 comentario:
"Agustí Follatrons"... boníssim!!!!! Un bon nom per un personatge d'alguna novel.la de Mendoza.
Saluacions d'un vell conegut.
Joan
Publicar un comentario