jueves, 21 de mayo de 2009

Por el camino de Swann


Como ven, he estado postergando esta entrada todo lo que he podido, pero no queda otra que hablar de los Verdurin.

Para acceder al clan tuve que pasar por Arturo, el tatuador. Por amor, decoré el brazo de mi avatar con un dragón de la sabiduría que vomitaba fuego por la boca.
- Los dragones orientales no escupen fuego –maticé.
Arturo me enfocó con sus gafas de Armani y varillas doradas.
- Claro que escupen fuego… ¡y no seas snob!
- Qué cosas tienes… -corroboró Palela/Odette-. A veces pareces un snob, IA. No sé si hago bien llevándote conmigo..
- No, seguro que no es un snob… Parece buen tío tu amigo avatar –terció Arturo-… ¿A qué es guai mi tatuaje?
- Muy guay –mentí.
- Así me gusta, que no seas un snob

Intuí que lo único importante era no ser snob.
Luego, con el paso del tiempo, comprendí que para no ser snob había que dotarse de un criterio apodíptico, cosas que son “snob” y cosas que no. Desgraciadamente, este criterio dependía de Ditomasso.

Ditomasso, un payaso, era el eje del clan. Todo lo que él hacía era inmediatamente elevado por el resto del clan a la categoría de no snob; lo que Ditomasso escarnecía o lamentaba pasaba automáticamente a la categoría snob. El problema estribaba en que no era fácil establecer indexaciones biyectivas snob/guay. Dependías de Ditomasso.

Ditomasso era el líder. Aguantó hasta la semana seis en una edición de Gran Hermano. Aquello le franqueó las puertas de las discotecas de Belgrano. Participó en el capítulo piloto de la fallida versión peruana de Física y Química, y en el momento presente todo el clan estaba muy ilusionado con su irrupción como modelo publicitario: el casting de la llamada del ahorro campaña 2010 estaba hecho para él. A pesar que cuando le conocí andaba un poco mustio tras verse rechazado en una campaña de bronceadores (había estado hablando tanto de eso....) Ditomasso no quería hacerse muchas ilusiones... Hacerse ilusiones era snob...

Cosas que hacen los snobs: ver películas de Almodóvar, frecuentar discotecas que se niegan a expedir carnets VIPs a los miembros del clan Verdurin, vestir DG, no tunear los coches, consumir vinos de 50€, practicar yoga o surf, leer libros, estudiar en Inglaterra, ser estrellas del fútbol profesional (las únicas discotecas que obligaban a Ditomasso a formar una paciente cola eran dos frecuentadas por estrellas de la liga), gastar zapatos de más de 100€ y menos de 40, no mandar sms a los concursos ni contestar al teléfono de aludidos en los Reality Shows…

Ser snob era peor que ser petardo, pedante, patético y obeso. Pero había algo peor que ser snob.
Ser frikicutre.

Es frikicutre vestir del Carefour, no formar tríos en la cama, visionar series de TV no dobladas, conducir carros anteriores al 2003, leer, ir al Buguer King, entrar en locales de moros, negros o ecuatas, tener una novia ecuata, no ser socio de ningún gimnasio… Y sobre todo y ante todo, ser frikicutre es desconocer la carrera artística de Ditomasso.

- Hoy has estado un poco frikicutre, IA –me decía Odette tras alguna sesión del clan. No me gusta que seas frikicutre. ¿No has visto como te miraba Ditomasso?
- Ditomasso es un avatar, no hay lenguaje no verbal en su mirada…
- Pero lo he sentido, IA, creéme… Eso que has dicho de las pollas…
(Me había limitado a expresar a título informativo que el tag de más éxito en google es chuparlapolla a la pregunta directa de qué tag podía atraer más gente para una web)

Así empezaban las peleas.
Y así terminaban.
- Hoy no has sido cariñoso conmigo, IA… No haré de vampirella para ti hoy… Aunque me pagues…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una música realmente buena... estos de Burning Aries...

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