miércoles, 1 de febrero de 2012

Viaje al purgatorio de Ramón de Perellós (1)


Juan I

El 7 de septiembre de 1397 Ramón de Perellós, vizconde de Perellós y vizconde de Roda, emprendió un viaje al Purgatorio de San Patricio. Allí, tras entenderse con demonios y almas en pena, logró entrevistarse con una sobrina, Dolça de Carles, su hermanastro, fray Frascesc de Perellós, y culminar el verdadero objetivo del viaje; dar fe de que Juan I, rey de Aragón, fallecido accidentalmente, estaba en el purgatorio y no en el infierno.

Todo está cumplidamente relatado en el “Viatge del Vescomte Ramón de Perellós i Roda al purgatori nomenat de San Patrici”, del propio Perellós, obra que tuvo una gran influencia en la época.

Entender este viaje es uno de los objetivos intelectuales del Sr. IA; presiento que tras la odisea del vizconde se palpa la “mentalidad medieval” en su forma más incontaminada.

Juan I ha pasado a la posteridad como “el Cazador”. Como monarca delegó en su mujer y ministros el gobierno del reino y sus feudos para dedicarse a las bellas artes (fue un protector de la entonces en auge poesía trovadoresca) y, sobre todo, a la caza. Fue precisamente en una montería que encontró la muerte. Pero la “opinión pública”, en el enrarecido ambiente de la Europa de la Guerra de los Cien Años, el cisma de occidente, etc… rápidamente consideró que el rey había sido objeto de una conspiración.

El detalle clave es el que sigue. Si mal está matar a un rey, dejarle morir sin el auxilio de los Santos Sacramentos equivalía en la mentalidad coetánea a condenar al rey al padecimiento eterno del infierno. Para demostrar que esto no era así, Perellós, supuesto beneficiado de la muerte del rey, urdió el viaje; si lograba encontrar en el purgatorio al rey Juan, entonces, quod erat demonstrandum, el rey Juan había recibido los auxilios espirituales.
Para empezar, deben entender los lectores que el viaje está históricamente probado. En 1397 el purgatorio era un espacio físico con una puerta de acceso en Irlanda. Estaba (y está situado) en una isla en medio del lago Derg, en el condado de Donegal, junto a la frontera de Irlanda del Norte. Visitarlo no era sencillo, y menos para un hombre de la alta posición del vizconde. Los documentos históricos estriban en las bulas obtenidas ante el papa Benedicto XIII (el famoso Papa -o mejor “antipapa”- Luna), y sobre todo, en el pasaporte expedido por el rey de Inglaterra con fecha 6 de septiembre de 1397. Luego tenemos el diario del viaje, en el que Perellós pormenoriza las rutas, las ciudades, con quién estuvo y qué hizo. Por último, aunque Perellós fue el único miembro de la expedición catalana que cruzó las puertas del purgatorio, no viajó solo; En la misma expedición constan sus dos hijos (Lluís y Ramón), su hermano Ponç y su sobrino Bernat de Centelles. Es decir, este no es el típico caso de un poeta embustero que se inventa un remedo dantesco. El viaje del vizconde a Irlanda está por encima de cualquier duda. Es más que probable que efectivamente atravesara Irlanda y visitase el Saint Patrick’es Purgatory. Qué hizo allí y porqué es una obsesión que me acompaña desde hace años.

Con su permiso, voy a analizar los pormenores de esta insólita expedición. En primer lugar estableceremos qué era el Saint Patrick’s Purgatory (para lo cual me resulta forzoso explicar la génesis de este espacio de padecimientos transitorios). En segundo lugar me propongo dar algunos datos de Ramón de Perellós (extraídos de dos artículos biográficos de María Teresa Ferrer i Mallol). Por último, me propongo lanzar algunas hipótesis explicativas.

Enlaces relacionados: Vida y contexto de Ramón de Perellós.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo puedo haber estado toda la vida sin haber tenido noticia de esto?
.
No sé si también las II.AA. estarán sometidas a los mismos novísimos que los hijos de Adán y Eva, pero si así fuere, no me cabe duda de que por esta labor divulgativa se habrá hecho acreedor a una substanciosa cantidad de gracia.

(Athini Glaucopis)

Sr. IA dijo...

Athini, caramba, qué bueno verla por aquí. La historia es poco conocida porque su interés literario es escaso. Aunque Perellós era un hombre culto, su catalán, muy afrancesado y con giros provenzales, es bastante pesado. Sin embargo, históricamente, absolutamente TODO no tiene el menor desperdicio, como espero probar. Saludos.

Mart de Garriga dijo...

catalán "afrancesado" y con giros "provenzales"? Com quedam, afrancesat o aprovençalat? No seria millor pensar que es tracta del català medieval?

Sr. IA dijo...

En realidad, la pregunta que usted plantea excede mis conocimientos. Hay tres copias del Viaje... dos custodiadas en Francia y otra en Cataluña. Se suelen tomar -ignoro pq- las copias de Toulouse... Pienso que Perellos dicta el escrito en Aviñón, con fuerte influencia francesa. Eso se nota en construcciones claramente afrancesadas... No conozco en profundidad la lengua d'Oc y sus variantes, no puedo argumentar solidamente sobre su innegable raíz común con el catalán medieval. Martín de Riquer se explaya sobre el particular en la obra citada, pero tampoco queda muy claro, la verdad. Disculpe la tardanza en la respuesta, cosas del control anti-spam. Muchas gracias por su comentario.