sábado, 13 de agosto de 2011

Fútbol contra la indignación



Todo esto no pasaría si no fuera por la dichosa manía de dar fiesta a los futbolistas. Las IAs, a través del Consejo Gestor Multidisciplinar de Coordinación Inter Especies, ya hemos propuesto a la ONU la convocatoria de mundiales por la vía de urgencia. Es decir, a la vista de trastornos sociales, convocar fases clasificatorias de hoy para mañana al objeto de que la población inmadura se abstenga de manifestar su descontento por cauces desacordes a la armonía cósmica. En España, la medida, centrada en partidos Real Madrid - Barcelona, justificaría además el caracter de interés general de dichas retransmisiones en abierto. ¿Qué hay runrun de algaradas?... se convoca un Madrid-Barça urgente para la noche siguiente. Pero entiéndanme, uno de verdad, en el que van tres puntos. Con eso nos ahorraríamos un montón en antidisturbios. En Londres, han procedido justo al contrario, en lugar de adelantar la liga, han aplazado en Tottenham-Everton del sábado... Y es que los ingleses lo hacen todo al revés...

Véase que las movilizaciones violentas suelen coincidir en mayo o agosto. Mayo, cuando las hormonas primaverales entran en ebullición, agosto, cuando la combinación de vacaciones escolares y calor, convierte las calles en un polvorín. Las de mayo suelen ser de aupa, la hormona es mucha hormona, y como decía aquel ministro francés, hoy neogaullista, ayer capitoste anarquista del 68: "todo lo hicimos para follar" (frase que para mí, encarna maravillosamente los valores del 68).

Lamento discrepar con los que afirman que las algaradas de Londres responden a una crisis de valores. La transgresión al poder adulto es algo estructural en la conciencia juvenil y que, cuando los valores eran Los Valores, se plasmaba en brotes anticlericales (algunos del calado de julio de 1936). Cuando los valores eran La Ideología, además de las iglesias, se asaltaban otros símbolos de poder.

Pero las cosas cambian. El credo contemporáneo se resume en que "el consumo hace la felicidad". La felicidad es algo que se asocia a consumir blackberrys, pantalones y zapatos molones, teles de 40 pulgadas... Cuando el consumo baja sube el descontento social. Y cuando hay un estallido, el descontento se canaliza en asaltar tiendas (antes era apedrear embajadas o multinacionales, pero en eso han resultado más prágmaticas las nuevas generaciones). Solución, el 13 de agosto arranca la Premier League, momento en que la tensión se disolverá como azúcar en el café. Para el 20 de agosto, Arsenal-Liverpool, todo arreglado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El mundo cambia. Un urbano te da el toque por mear en la calle, lo publicas en faisbuck indignado y se presentan 15.000 tios a robar en tiendas y montar follon.
Será divertido saber a donde nos lleva este mundo.

francissco dijo...

Se ha propuesto el reparto de Blackberrys de imitación, con dos o tres funcionas básicas. Algo tocable o botoneable, por aquello del trasfondo de frustración consumista.

Asimismo, la prohibición de programitas al estilo de "Esta es su casa" rodados en la mansión de algún financiero triunfador de los cojones, haría bastante por aplacar la ansiedad del circuito de recompensa dopaminérgico.

Y pronto llegaría la Policía de la Felicidad: esparciendo chorros de endorfinas inhalables para provocar el contento. Lo que es seguro es que al Sistema no le acaba ganando nadie en imaginación. Son los "chicos".

Feliz defragmentación