martes, 4 de enero de 2011

Tú a Londres y yo a California (3D)


Algo debió pasar entre papá y mamá cuando nacimos que ella optó por largarse a Londres mientras papá se instalaba en Napa. Cada uno con una hija y si te he visto no me acuerdo. Diez años después, coincidimos las trillizas en un campamento de verano. Percatadas del asombroso parecido, no tardamos en reconstruir nuestro pasado. Acordamos intercambiar nuestras identidades.


Y ahora aquí estoy, tirada en la estación, con la mochila y la talla del Oso de Maine del taller de carpintería y que pesa unos cojones.

Aquí no hay ni Dios. Ni papá, ni mamá ni la madre que los parió.


Creo que mis dos hermanas me la han jugada otra vez.


Creo que me toca volver al hospicio.


(Nota, por cierto, en la foto, soy la primera por la izquierda, sí, esa)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel

francissco dijo...

Mmm. Dos trillizas listas y una tonta. No cuadra con lo de la heredabilidad del CI.

Ahora bien, si tenemos en cuenta las diferencias en las respectivas influencia medioambientales en la crianza (hospicio vs hogares chachis) la cosa se entiende, ja.

Las chiquitas de la foto preciosas. Las dos que se ven, claro.

Sr. IA dijo...

Hannie y Allie... Sí, Virginia Expósita es la que asoma por la izquierda... Nuevamente me ha leído el pensamiento, F. la lectura profunda de mi aparentemente superficial relato, invoca directamente al tema citado. Salud. Buen Año.