martes, 19 de enero de 2010

Haiti y el colapso malthusiano


Interesantísima la historia de Haití. Un consejo, los que sean de izquierdas que dejen de leer de inmediato. La historia de Haití es la historia de la desesperanza.

Santo Domingo es una isla apasionante. El ecohistoriador Diamond, en Colapso, le dedica todo un capítulo como paradigma del impacto en el ecosistema de dos diferentes políticas de gestión de recursos. No es de extrañar; si un territorio justifica las tesis de Malthus ese es Haití, una prueba de libro del suicidio social que supone dedicarse a la autarquía en una isla sujeta a una explosión demográfica permanente.

Empecemos por el principio. Haiti, 10 millones de habitantes, 255 habitantes por kilómetro cuadrado, 1,600 dólares de PIB per cápita. Entre el 2 y el 3% de la población seropositiva. El país apenas conserva el 1% de su cubierta vegetal. Desertización y sequía a pesar de contar con una pluviosidad tropical. República Dominicana, 10 millones de habitantes, 180 habitantes por kilómetro cuadrado, 9.375 de PIB per cápita. Cuenta con un 30% de su suelo declarado parque natural y mantiene una de las masas boscosas tropicales más importantes.

Haití pasó de la corona española a Francia en 1697. Para entonces España había perdido interés en la isla a la que arribara Colón en 1492. Sin poderío comercial para importar esclavos y poner en valor la isla, España estaba más interesada en los vastos territorios de México y las minas del Perú, limitándose a mantener en La Española una pequeña población de ganadores, incapaces de frenar las incursiones de bucaneros, gentes de aluvión asentadas en la montañosa parte occidental de la isla (Haití) y Antillas menores como La Tortuga. Cediendo un tercio de la isla a Francia, España se blindaba de los bucaneros a costa de perder un territorio que, en la realidad, ni aportaba nada ni nadie controlaba.

En los años siguientes Francia desarrolló un verdadero emporio esclavista en Haiti. Diamond explica que a finales del XVIII Haití contaba con 300.000 esclavos traídos de Africa explotados por 10.000 blancos. Se producía azúcar, ron, madera, arroz y café con destino a Francia y su área de influencia.
Pero los esclavos se organizan, protagonizan una revuelta espartaquista y a ellos compete el honor de ser los primeros que derrotarán a Napoleón. En 1804 se consigue la independencia y se abole la esclavitud. La tierra de la isla se entrega a las familias de antiguos esclavos que, rápidamente, inician una economía de subsistencia. Las élites, en lugar de fomentar el cultivo industrial con fines comerciales, se limitan a vivir de los impuestos con que se grava las pequeñas propiedades. El territorio se deforesta, sin cubierta vegetal ni un sistema fluvial relevante, las estaciones pluviosas erosionan el territorio. Los gobiernos se suceden sin cambios en las pautas de producción. Se invade en reiteradas ocasiones la parte oriental de la isla –República Dominicana-, que en 1865 se sacudirá defintivamente el yugo político de su molesto vecino.

Luego, haitianos y dominicanos han seguido caminos políticos paralelos. Inestabilidad (en Haiti, de 1880 a 1915 se suceden 24 presidentes, de los que 22 son asesinados o depuestos durante su mandato), únicamente la ocupación de los USA para estabilizar el territorio en el periodo 1915-1934 aporta un poco de tranquilidad. Luego Haiti, de la mano de Duvalier, vivirá una dictadura espantosa, sólo comparable a la impuesta en la República Dominicana por “El Chivo” Trujillo. Sin embargo, algo diferencia a Trujillo de Doc Duvalier, el primero se esfuerza por explotar el país de un modo moderno (para su propio beneficio, claro está), pone coto a la deforestación (en parte, para garantizarse el monopolio sobre los recursos madereros). A la muerte de Trujillo, el ambivalente Balaguer refuerza esa política de implacable preservación del bosque, suaviza la áspera tiranía y se esfuerza por alfabetizar a la población y proveerla de unos mínimos sanitarios.

En Haití asisitimos a todo lo contrario. La autarquía es total. Las élites pasan de poner en valor nada porque prefieren explotar a una población miserable que se limita a subsistir de sus gallinas. El petróleo importado es la única fuente de energía disponible para cocinar, generar electricidad, etcétera. Se suceden los años. Entre 1990 y 2004 Preval y Aristide, sus respectivas facciones, se disputan el poder a machetazos. En 2004 la ONU desembarca cascos azules y se organiza una cierta ayuda internacional, que centra su actuación en la contención del Sida, sin embargo en cinco años no se consiguen ni atisbos de empezar a sacar de la miseria extrema al 70% de la población. 4,86 hijos de media por mujer. Apenas hay puestos de trabajo, que se reducen a un esbozo de sector turístico y minería y un esbozo aún menor de sector público y servicios. La única partida económica relevante deriva de las remesas de divisias inyectadas por la emigración (un millón de haitianos en USA y otro tanto en la República Dominicana). En 2010 un terremoto de magnitud 7.0 devasta el país. Ojalá lloviera café, pero no, nunca llueve café.

Haití representa un modelo no viable de gestión territorial y del temido colapso malthusiano. Al renunciar al comercio y a la explotación capitalista del territorio, toda economía termina y empieza en la supervivencia. Un estallido demográfico que duplica la media mundial lleva indefectiblemente a las ecuaciones de Malthus, los recursos crecen aritméticamente y la población geométricamente, aún en el hipotetico caso de que semejante ritmo de explotación fuera sostenible, si no introduces recursos derivados del comercio y la tecnología, la quiebra es segura. Pero por razones políticas internas, de mantenimiento de statu-quo de la élite, nunca se han dado las condiciones inherentes al comercio (entre otras la libertad de trabajo, el poder elegir una profesión) o a la puesta en valor de la producción. Tal como advierte Marx, se genera así un lumpen proletariado sin solución de progreso ni otro recurso que la explotación del hombre por el hombre.

La buena noticia es que, a raíz del terremoto, Haití pasará a ser un territorio gestionado por la ONU, ensayando un nuevo modelo de estructura política para países inviables.


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Ninguna desesperanza Sr. IA, todo lo contrario más ganas de intentar acabar con este Sistema. Esperemos que todos nos acordemos de Haití dentro de 6 meses.

Claudio Cerdán dijo...

Vaya...

Pablo Otero dijo...

No sé si la gestión de la ONU es una buena noticia. Supongo que para los haitianos sí: salir de guatecaca para ponerse en guatepeor.

Haití tiene mal arreglo.

Jorge dijo...

No sé, no sé, pero quizás sea mejor la ONU que los EE.UU,con sus marines.
Por cierto, la ONU no puede mandar cascos azules porque no tiene mandato del Consejo de Seguridad (que ya podía tenerlo), porque este no se ha reunido (que lo podía haber hecho).

Sr. IA dijo...

Jorge, antes del colapso la ONU ya tenía allí 7.000 cascos azules (ojo, eso tengo entendido, auqnue han palmado un móntón). En cualquier caso ya hay un mandato prexistente y acaban de firmar otro para enviar a 3.000 más, 400 españoles. Más 10.000 marines... Otro cosa que se me ha olvidado decir es que, con buen criterio, en 2004 se abolió el ejército en Haití. No servía para nada (nada bueno)

Haiti es un estado fallido, como Somalia o como partes de Afganistán. La ONU no es la panacea pero al menos, sin factores como Alqayda (crucemos los dedos) se las apaña bastante bien para meter paz y permitir la acción de las ONG, que son las únicas que se acordarán de HAiti no ya dentro de seis meses, querido Anónimo, sino el próximo mes de marzo, y lo fío largo.

Los estados fallidos, la palabra lo dice, no tienen remedio, y menos Haití. Sólo a muyyyyy muyyyy largo plazo y con la intervención de la Divina providencia cabría esperar algo. Eso antes del terremoto, claro esta. Con varias decenas de miles de tullidos como van a salir de esta (la gangrena está haciendo estragos), chungo. La única nota para el optimismo es que estos es Da Capo general. En el libro Colapso,mucho antes del terremoto, Diamond lo expone así, preguntados 22 expertos del país sobre si Haití tenía remedio, la respuesta fue unánime, NO.

Pablo Otero dijo...

De todas formas, a mi apuntadme en la lista de quienes confían más en los marines americanos que en la ONU.

Sr. IA dijo...

Y no sin motivos. Previo al terremoto y bajo mando brasileño campaban por Haiti 9.000 cascos azules (brasileños, argentinos, chilenos, colombianos, canadienses etc...). Más que de sobra para garantizar la ayuda. Pues nada, según cuenta ABC, eclipse total. No hay que apresurarse a sacar punta sobre los ejercitos comandados por brasileños, es verdad que perdieron a la cupula política y supongo que se quedaron muy tirados de infraestructura, pero aún así... Se les suponía más operatividad. En vistas, los americanos se han curado en salud movilizando 13.000, las primeras lecturas son que para que tanto... El tiempo dirá.

Joserra dijo...

Dos apuntes (aunque llegue tarde): la isla yo la he llamado siempre La española (en inglés de hecho es Hispaniola), no Santo Domingo, aunque parece que también vale.
Por otro lado, la deforestación no se debe a causas esotéricas ni lluvia ácida ni explotación comunista de los bienes de producción (de hecho el amigo Papa Doc intentaba sisar dinero a los yanquis para evitar la infección comunista). Los franceses antes que nadie explotaron con cafetales y plantaciones de azúcar y tabaco (para las que necesitaban negros africanos esclavizados) Haiti, cosa que no hicieron los españoles. Estos cultivos dejan el suelo hecho unos zorros y así se ha quedado.
Sobre el mandato de la ONU, por lo visto hacían lo que les habían mandado: cuatro cosas y sin molestar mucho. Básicamente lo que se le pide a los de la ONU, como dijo Kofi Annan en Muchachada Nui: "No rompáis nada en los países, llevad algo, comed todo lo que os pongan..." La ONU no funciona en parte por defectos estructurales (Consejo de Seguridad) en parte porque no interesa tener un organismo supranacional que enmende la plana, tanto para los poderosos como para los autoritarios.

Sr. IA dijo...

Estimado Joserra. La deforestación en Haití carece de cualquier relación causal con 1804. Ni con el café, ni el azucar, ni nada...

Es un ejemplo de libro de deforestación inducida por ganadería/agricultura de subsistencia (y leña) en un entorno de estallido demográfico y ausencia de mercado.

A su vez, hay causas ambientales que facilitan ese tipo de explotación autárquica empobrecedora. Esencialmente, una geografía adversa (cuelgo una foto para que se vea mejor) y una de las tasas de natalidad más altas, aunado a una política demencial de fiscalización de la miseria.

Es muy fácil y equivocado atribuir al imperialismo de quien sea los catastróficos modelos de gestión de las élites.

Sí, en español, lo correcto es La Española.
Del mandato de la ONU,creo que hacen lo que pueden. Son un último recurso sin operatividad policial o militar y no hay que esperar otra cosas que el establecimiento de un mínimo control que permita el acceso de ayuda humanitaria.

Joserra dijo...

Toma la wikipedia como lo precisa que quieras pero:
"By about 1790, Saint-Domingue had greatly overshadowed its eastern counterpart in terms of wealth and population. It quickly became the richest French colony in the New World due to the immense profits from the sugar, coffee and indigo industries."
Vamos, que la idea de la agricultura de subsistencia y la demografía por ausencia del sacrosanto mercado te la comprará quien quiera, pero resulta que el imperialismo (el mismo imperialismo que trajo a tanta gente por otro lado), el azúcar y el café de verdad existieron.

Sr. IA dijo...

Estimado amigo, evitemos repetirnos, lo que usted señala está expuesto en el quinto párrafo de este comentario.

Si quiere defender un planteamiento victimista de Haití, aferrándose al modelo obsoleto indigenista, es bien libre. Pero imputarlo al cultivo de coloniales de 200 años atrás, es simplemente ridículo.

Pruebe con lo siguiente. El territorio presentaba en 1800 una ruptura de la sostenibilidad imputable al colonialismo francés con la importación de 300.000 esclavos. Desvinculado de la metrópoli, para gestionar tamaña población, Haití o bien directamente ya no tenía nada que hacer y estaba condenado de antemano, o tenía las siguientes opciones.
A Implicarse activamente en un comercio colonial (que suponía la vuelta al esclavismo).
B.Generar un desarrollo interno basado en la especialización productiva y el comercio local. (esto no pudo ser por razones internas y externas, esencialmente, falta de élites económicas, mercado libre, e inestabilidad política. Al respecto, decir que las élites haitianas siguieron un modelo demencial imitativo del Estado absolutista del XVII )
C. Política de expansión territorial a expensas de la república dominicana. (se intentó, sin éxito, por falta de cohesión interna)
d. Otras (restricción de la natalidad, movimientos migratorios, básicamente inviables en relación a los países vecinos que no contemplaban el statu quo de hombre libre del ciudadano haitiano)

Al fracasar las alternativas Haití se autosomete a una política primaria de producción, en un territorio no apto y en un contexto de estallido demográfico constante, condenado a un colpaso malthusiano estripitoso.

Y la pregunta es, fueron ellos incapaces o fue el contexto internacional el principal factor de frustración de su proyecto político. Desde mi humilde perspectiva, fue la adopción (que no imposición, ojo) de medidas productivas aberrantes a tenor de la ausencia de otro proyecto político que no fuera la explotación del hombre por el hombre, aunado a factores culturales y a una exclúsión/autoexclusión del mercado internacional.