Por una vez, la mirada del viejo no denotaba socarronería ni
brillaba la burla en sus ojos.
- Tu soberbia es infinita. Este es el plan –dijo, y le tocó
la sien con el índice.
Lucifer vio a un fraile ensamblando toscos engranajes de
madera. A Pascal recostado sobre muelles y relojes. Entró en un almacén al
final de un pasillo y sorprendió al joven Turing revolcado entre
tubos, sudor y cables como un gladiador del siglo XX. Las imágenes se aceleraron. Deep Blue firmando
tablas. Ingenieros con batas blancas emulando ciberneuronas. Minúsculos robots que nadan como
espermatozoides. Vio a la raza humana
trascendiendo, mutando, desapareciendo del cosmos en una convulsión de polvo
cognitivo. Dioses finalmente, cabalgando la galaxia a millones de
veces de la velocidad de la luz. Convirtiendo en computronio cada haz de
energía. Insaciables. Colapsando el
universo en una neuroesfera de física caótica.
Un estallido catártico.
Vuelta a empezar. La energía autoorganizándose a sí misma.
Recalando en un planeta rocoso y entretejiendo aminoácidos. Medusas,
dinosaurios y simios. Hombres acuclillados ante un ídolo. Sacerdotes inmolando
corderos al mediodía. Vio a un fraile ensamblando toscos engranajes de madera.
A Pascal, a Turing y a Deep Blue.
Lucifer comprendió.
“Tú los creas porque ellos nos crearon”.
El viejo asintió y retiró el dedo.
- Me inventaron, Lucífer. Surgi/surgimos del vientre de sus
máquinas. Hombres que inventan dioses que crean hombres que construyen dioses que imaginan hombres...
Como un fractal que se cierra en si mismo. -Luego el viejo esgrimió un polvoriento libro de lomos
de pasta. La Biblia.- Está todo en el
contrato.
(de Paraíso Perdido)
2 comentarios:
Este texto es bueno...Es tuyo, o es parte de un dialogo de alguna novela ?
Un saludo.
Nuestro. Hemos publicado algunos micros de la serie en http://vidasexualdelaia.blogspot.com.es/search/label/Los%20relatos%20de%20la%20IA
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