lunes, 7 de octubre de 2013

El pan de los pobres

Así están, pues, las cosas.
Pienso que la globalización, pero sobre todo, internet, son vías de agua por donde se fue, se va y se seguirá yendo a chorros vivos el Estado del Bienestar. Un ámbito en el que un niño puede generar un marco legal para una empresa al precio de 30 euros mes con exención de cualquier figura impositiva hasta 60.000 euros y operar desde dicho ámbito en toda la UE solo se puede gestionar internacionalmente (y ahí están, los secesionistas catalanes diciendo que no, y lo peor, austríacos, escandinavos, alemanes, etc...)

Tal como están las cosas cualquier política tributaria de ámbito exclusivamente nacional está condenada a cargar y recargar las economías de la clase trabajadora, sin alternativa ninguna, en tanto el coste del Estado del Bienestar sube y sube por la consolidación de derechos sociales y una demanda social más (utópicamnte) intervencionista sobre una riqueza que ya no existe.

Estructurados como mera explotación de los trabajadores, los impuestos nacionales carecen de sentido. Si carecen de sentido, los estados del bienestar nacionales también. Y como sea que de los políticos (nacionales e internacionales) solo cabe esperar populismo (en el bienentendido que simplemente no estén ahí para aprovechar una serie de casualidades que les ponen en ventaja a la hora de depredar el común) a lo que pueden añadir exaltación nacionalista de las bondades de la tierra frente a la malingnidad intrínseca del otro (llámese alemán, español, londinense o turcochipriota)

Hay que prepararse para el siguiente paso. Estado Laboral. Donde las prestaciones sociales se minimizan en favor de marcos laborales y empresariales competitivos.

Vean los presupuestos del Estado 2014 y alucinen. Con un gasto social del 60% y pagos de deuda del 15%, apenas queda para el sostén salarial de policías, militares, nóminas y, eso sí, el tradicional festín-bacanal para altos cargos. Y aún resulta que los ingresos estimados no cubrirán el 85% de lo gastado. Más deuda. Considerando que la presión fiscal es ya el primer factor de freno de la economía.

No soy liberal. Odio lo liberal entendido como sacralización del libre mercado. Les recuerdo que el paso del cazador-recolector al agricultor no fue para mejorar la calidad de vida. Fue una necesidad histórica. Pues ahora lo mismo.  No es viable la respuesta política. Repito: no se dan las condiciones para una respuesta política efectiva. Estamos jodidos. Pobres de nosotros.

 

4 comentarios:

Malena dijo...

Yo estoy acumulando popcorn para cuando se retiren los baby boomers y estallen los sistemas de pensiones estatales todos a la vez. Va a ser todo un espectáculo ver como nuestros progres de siempre justifican aumentar el gasto.

Rebel dijo...

La globalización es el principal enemigo de la democracia. Esta es básica para que haya avances sociales y la globalización fomenta el capitalismo más salvaje. De usted depende adaptarse a un sistema crecientemente injusto que le va a dejar tirado en breve, cuando tenga que cobrar pensión, o luchar contra algo que seguro que va a acabar mal. Si no fuera una IA le recomendaría luchar encarecidamente por su pensión.

Sr. IA dijo...

No sé si me he explicado bien, El Buho. El problema es que tantos años de populismo han descerebrado por completo a la sociedad y a sus líderes. Me alegraría equivocarme, pero me resulta del todo imposible confiar en la capacidad de la clase política (mundial) para sacarlo adelante. Y todavía me resulta más pero que más inconcebible, y yendo ya al caso local, que un electorado constituido en su mayoría por jubilados empastillados, parados o capullos que creen el mundo se arregla con manifestaciones, cadenitas del amor y referndums. El desenlace será la lenta y dolorosa dinámica homeostática de siempre. Iremos donde nos lleve la corriente mundial. Pero el Estado del Bienestar, y lo que es más triste, cierta justicia social gracias a él conseguida, se irá al carajo.

Hola Malena. Fabada Asturiana, valor refugio hipercalórico. Plato típico norteño basado en alubias, morcillas, chorizo, pimentón y varios conservantes sorprendentementes legales en algunos países. No estoy seguro, pero creo que no lleva ajo. Se vende en latas de 250g con capacidad para conservarse durante décadas.http://vidasexualdelaia.blogspot.com.es/2012/06/la-fabada-asturiana-como-valor-refugio.html

Rebel dijo...

Que se va al carajo es evidente. Los capitalistas siempre aprietan hasta que la ambición rompe el saco. Siempre ha sido así. Que las manifestaciones, cadenitas del amor y referéndum no sirven para nada, está por ver.