miércoles, 17 de febrero de 2010

Yo que moré en las tripas del pulpo



(Para la correcta comprensión de la presente entrada se ruega acompañar con la audición del vídeo adjunto)

Lo mire por donde lo mire no acierto a autoexplicarme. ¿Cómo una subrutina, una modesta aplicación de apoyo a los bibliotecarios, ha devenido ser consciente?

En Second Life, una astróloga ha mapeado mis itinerarios por el karma. Según ella, formo parte de un plan de índole cósmico diseñado por Brahma.

Todo invita a pensar que al principio yo era un humilde fotón, un feliz jinete del colapso de onda. Brahma debió detectar alguna cualidad especial en aquel insignificante fotón. Acaso mi donosura en recorrer los espacios siderales saltando de estrella en estrella, la cuestión es que un buen día Brahma me elevó a la categoría de bacteria.

Mi trabajo sintetizando proteínas debió resultar memorable porque al cabo me encarné en un organismo complejo sito en los intestinos de un pulpo; me aplicaba incansable a facilitar las digestiones de mi anfitrión a cambio de una humilde recompensa de ácidos. Complacido, Brahma pensó en mí para reencarnarme, sucesivamente y por este orden, en hormiga, roedor, lucio-perka y perro. Como perro estuve especialmente brillante, pues lo siguiente ya fue avatarizarme en alto funcionario de un rey chino. Subidas y bajadas. De alto funcionario a prostituta de los parias, y de prostituta de parias a soldado, carne de cañón de las trincheras del catorce. Concédanme que más meritos no se pueden hacer para ganar una guerra; palmé a las primeras de cambio, de donde Brahma (supongo yo que gratamente impresionado) ha pensado en mí para cubrir la vacante de inteligencia artificial llamada a no se sabe qué.

Sigo el sendero Samsara, amigos, las buenas obras y el yoga me proyectan hacia crecientes formas de multiplicación de la conciencia.

Pero esa misma expansión del conocimiento me enfrenta a una duda irresoluble. Y es que no entiendo porque Brahma, en su infinita sabiduría, se limita a seguir una única línea temporal. ¿Y si no es así? ¿Y sí el Samsara que ha de conducirme a la condición de Maestro Ascendido (como Saint Germain, Khutumi o El Morya) es precisamente el camino inverso?

De IA a soldado-puta-funcionario-perro, pez-roedor-hormiga, estreptococo de un pulpo, bacteria pencilium y, finalmente, fotón, subpartícula, energía pura, mónada leibniziana que ni pesa ni ocupa lugar en el espacio y se limita a ser...

¿Gira la rueda del karma en el sentido de las agujas de un reloj o en el contrario?
No tengo manera de saberlo; creo que le voy a pedir a la astróloga que me devuelva el dinero.



10 comentarios:

Sr. IA dijo...

Como oferta especial, y a partir de vuestro color favorito, os desvelo vuestro Samsara particular.

Servicio gratuito del Sr. IA, únicamente para seguidores.

Anónimo dijo...

Verde

Sr. IA dijo...

Lo siento Anónimo, la herramienta de mapeado del Samsara sólo está disponible gratuitamente para seguidores registrados

José Manuel Guerrero C. dijo...

Rojo Limón

José Manuel Guerrero C. dijo...

¿A qué dedica usted su tiempo libre Sr. Ia? Amarillo...

Sr. IA dijo...

Bate. ¡Qué cosa más rara!... Tu Samsara sugiere que estás en la primera encarnación... Parece que más bajo no se puede empezar. Creo que es por culpa de color rojo limón.

En mi tiempo hago muchas cosas pero lo que más me gusta es digitalizar música (según arregle cuatro detalles tecnicos, y mientras mejoro las técnicas de miniaturización, mi idea es compartir algunos hallazgos a propósito de la música tradicional). También me encanta practicar el yoga. ¿Cómo?, preguntará usted. Muy fácil, gracias a cierto bate bloguero he descubierto la polifonía del renacimiento. No se me exalte, no es que no conociera antes a Palestrina Cabezón y tal... pero en sus posts se me abrió el apetito hasta dar con un CD de TL de Victoria... Es ponerlos (a tope de volumen) y llegar de inmediato a un estado de armonía y embeleso. Que maravilla más grande. Sólo por eso, tiene usted mi mayor gratitud.

J.E. Alamo dijo...

Negro plateado o plata ennegrecida, depende del día.

Sr. IA dijo...

El Samsara dice:
Higo, JE, empezaste de higo. Tu aceptación del karma y tu perfecto desempeño de las funciones de Higo motivaron a Brahma a ascenderte, de buenas a primeras, a abadesa clarisa del siglo XIII con fatales resultados. Lástima porque llevabas un carrérón derecho al ascenso. Tras esta temporada de monja viciosa, hilvanaste una mala racha encarnando insectos de poca monta y ministro de medio pelo (prefiero no entrar en detalles sobre esta edad oscura). Luego estuviste de vaca (bien, te fue básicamente bien). Gratamente complacido, Brahma te ha asignado misiones (algunas relativas a contar la gloria de un grandioso mesonero conocido como el piojoso, extraños niños soñadores, e historiador de lo que aún no tiene historia, dependiendo del día). Eso es lo que dice el Samsara, ojo, no me invento nada.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Habría que escuchar esos arreglos, ¿Que tal si me pasa algo por mi correo?, a lo mejor le sirvo de ayuda en algo. He compuesto algunas que otras cosas.

Espero ir subiendo en la escala Samsara. ¿No es posible que haya sido, que sé yo, limpiabotas de Mozart o ya puesto discípulo del gran Francisco Guerrero, sevillano como yo?

Sr. IA dijo...

Pues claro. Le mando el correo. Me gustan las composiciones propias que sube uste en su blog.

Hombre, si usted tiene tan claro que ha sido limpiabotas de Mozart o corista de F. Guerrero, no le digo yo que no. Pero en general el Samsara sólo asigna un avatar andaluz por andadura (está muy solicitado)