Mostrando entradas con la etiqueta Catalonian Observer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Catalonian Observer. Mostrar todas las entradas

martes, 2 de septiembre de 2014

La apasionante derivada bancaria del caso Pujol


No tengo mucho más que añadir a lo ya dicho por mi albacea testamentario respecto a las causas del caso Pujol. Me interesa, sin embargo analizar el ¿por qué ahora?

Si realmente la familia Pujol lleva lustros mangoneando en Cataluña, ¿por qué salta ahora el caso? Es muy interesante profundizar en eso porque creo que estamos ante uno de los más morrocotudos golpes asestados al proceso independentista... Consideren que sostengo que no hay una verdadera ideología separatista en buena parte del rebaño que acude a formar hileras el 11 de setembre... Su independentismo -su capacidad ideológica, en general- es coyuntural, moda de primero de marketing basada en la creencia de que la regeneración democrática (y de la crisis, y de lo malos que son los bancos y tantos otros memes virales) pasa por romper con lo establecido. Y que esa ruptura no pasa factura, es inocua. Anestesiante. Dirías que divertida...

Es claro que el poder político utiliza la corrupción para castigar a sus rivales políticos. El Gürtel es un buen ejemplo. Pero ni con Baltasar Garzón conduciendo la investigación ni con Rubalcaba de ministro, pienso que apenas se arañó un entramado comisionista de tomo y lomo. Quiero decir con eso que en cualquier país democrático investigar corruptelas con testaferros, paraísos fiscales, administraciones, alcaldes que fueron, aforados con mucha mano en los entresijos del poder... se antoja una tarea titánica, que precisa un juez con tesón (o ganas de hacer carrera), demoledoras pruebas... y paciencia.

Y hay que tener el punto de arranque; las grabaciones aportadas en su día por un exconcejal de Majadahonda, por ejemplo.

En el caso de Convergència, Madrid siempre ha estado muy interesada en acumular material. Recuerden, no ya Banca Catalana, sino el inicio del caso Millet-Palau (el vecino de Pujol en la Shangrilá de Queralbs), la constatación de una red mafiosa que es la madre del actual caso Pujol. Archivada por el PP de Aznar en 2002 la primera investigación, fue nuevamente Rubalcaba (estando el PSC de socio de ERC) quien reactivó los cojinetes del Estado en 2009. Allí empieza la caída de Pujol.

Del 2009 a ahora pasa algo que vale la pena destacar, las amnistias fiscales de 2011 y 2013. Retengan ese dato.

Pero el verdadero detonante de la crisis, la condición de posibilidad, es un despecho. En 2009 la "simpática pareja" formada por Victoria Álvarez y Jordi Pujol Ferrusola (el lavadinero del clan) se disuelve. Y no debió quedar muy bien parada Mariví porque en los siguientes meses no para de entrevistarse -en secreto, ma non troppo- con periodistas, líderes del PPC como Alicia Sánchez Cámacho y otra gente. Las entrevistas no quedan en saco roto. En vísperas de las elecciones catalanas de 2013 El Mundo filtra parte de un expediente supuestamente en curso de investigación (y felicito desde aquí a tantos y tantos pelotas que, en aquella ocasión, se lanzaron contra El Mundo) surgido del testimonio de Mariví.

Pero los dimes y diretes de la novia despechada no son una prueba fina. No sirve para armar un macroproceso. La información, eso sí, es canela en rama, sirve a los fines de saber a qué ventanillas acudía Pujol junior. Y llega el movimiento envolvente definitivo. "Alguien" filtra un pantallazo con movimientos en una cuenta del clan en la Banca Privada de Andorra, movimientos que coinciden con los remates para acogerse a la amnistía fiscal...

¿Quién filtra y por qué? Yo no puedo dejar de pensar que en la cúpula de Interior está un catalán, Jorge Fernández Díez, muy bregado en la política catalana. Lo suficiente como para conocer al factotum de BPA, Ramón Cierco Noguer, presidente de la Cámara de Comercio de Andorra y directivo del FC Barcelona. La familia Cierco Noguer, los clásicos guardeses de la pasta en fuga de la oligarquía catalana. Aquí ha habido un trabajo de fontanería fina. Se dice que agentes del CNI presionaron a la familia Cierco amenazando con meter mano en turbios intereses financieros de la BPA en España. Yo no creo en la capacidad operativa de los servicios de inteligencia españoles, la verdad. Y me cuesta casi más imaginarme a un banquero andorrano, cuyo único activo es la lealtad a la oligarquía catalana que le confía los ahorrillos, suicidando su negocio filtrando información confidencial.

¿Quién pues? Opino que Fernández Díez ha pulsado instancias financieras muy, pero que muy opuestas al proceso de independencia catalán. Entidades que tienen mucho que perder y muuuuucha pero que muuuucha mano en los pequeños bancos andorranos de carácter familiar.

Ramon Cierco
Hablando claro, la tripleta formada por La Caixa-Santander-BBVA, o sea, las delegaciones en Españandorra de la gran banca internacional europea. Estos han apretado por encomienda del gobierno a Ramon Cierco o a alguien apretable con acceso a un ordenador donde se guardan los movimientos de toda la familia Pujol. Ellos han servido en bandeja de plata la cabeza de Pujol, a sabiendas que ese es un golpe indigerible para tantos nacionalasnos en fase de arrimo a ERC para "regenerar Cataluña" y participar en un hito histórico. (De paso, haremos un inolvidable favor al amigo Rajoy, que esta es otra).  Match ball.

Lo que no cuadra aquí es la carta autoinculpatoria de Jordi Pujol padre, largando la estúpida historia de una herencia paterna que en veinte años de poder nunca tuvo ocasión de legalizar. ¿Qué has hecho, Jordi? Sin su autoinculpación, el caso de la novia despechada y los pantallazos del BPA hubieran sido dos gotas nás de agua podrida en la laguna de lixiviados que es la corrupción política española. Una prueba fuerte que hubiera acabado con alguna condenilla, allá por 2020, con Pujol criando malvas en su tumba de Queralbs.

Pero ha pasado. Jordi Pujol ha salido a la palestra viniendo a decir, sí, soy un chorizo. Y el unionismo ha tenido, esta vez, muuuucha suerte.

Cosas de vivir fuera de la realidad. Que el pare Pujol tenía sus buenos cuartos en Andorra es algo que, conociendo el percal, no podía dejar de ser. Que Pujol nunca encontró tiempo para legalizar el pastizal, me lo creo... no encontró un tiempo "oportuno", neutro políticamente hablando. Que la hermana no supiera nada de la herencia, también me lo creo (forma parte de los tratos que pare y hereu saldan en la cama agonizante del primero). Lo que tal vez Pujol no imaginara es que su declaración de pecador venial sirviera de palanca para meter mano al vértice de la corrupción política catalana, la familia Pujol-Ferrusola y todo el entorno de capitostes de Convergència i Pudor. Una historia apasionante, que de rebote, va a mandar por el sumidero a CiU, que es lo mismo que decir que al independentismo moderado. ¿Pues quién es lo suficientemente tonto para salir a la calle a pedir la regeneración del país cuando en la primera fila están los ladrones confesos? No crean, alguno quedará de la CUP y los patriotas de ERC de toda la vida... Pero el verdadero rebaño de borregos del catalanismo moderado, independentistas de última hora, burros sin remedio traga bobadas de TV3 y la RAC,  tarde o temprano empezará a pensar. ¿Estaré haciendo el primo? Y eso es lo que importa.

Hoy son menos gracias a Pujol. El año pasado por estas fechas 1.6 millones de catalanes, según las telegénicas cuentas de la ANC, planchaban la banderita prestos a formar cadenitas, que a su vez, no eran más que el aperitivo de la Gran Movilización de la fecha mágica del 11-9-2014. Esta era la definitiva, la final... Y resulta que a una semana de la borregada la ANC advierte que no llegan a 300.000. TV3 está que arde y apela al argumento definitivo: En Madrid se reirán si no llegamos al millón. ¡Eso no debe pasar jamás o moriremos como país!

Sin embargo es en La Caixa donde realmente rilan de dicha. Han soltado la primera colleja y mucho me parece que no harán falta más. El dinero es más cobarde que los mismísimos conejos, pero pesa. Jorge Fernández Díez se ha ganado el sueldo, vaya que sí...


sábado, 19 de octubre de 2013

Contra el "dret a decidir"


Difícilmente puede articularse un argumento más nítido. ¿Tienen los ciudadanos catalanes derecho a votar qué nación quieren ser? Entonces, ¿Por qué se les niega ese derecho?

¿Pero qué implicaciones subyacen a la voluntad nacional de una determinada sociedad?

Para mí una nación no es un proceso histórico, no es una identidad, ni una sustancia, ni un sentimiento, ni una etnia ni una cultura. Una nación soberana es un Estado. Es una capacidad jurídico-normativa sobre un territorio y sobre unos determinados ciudadanos (a lo cual habría que añadir la muletilla “y reconocida como tal por la comunidad internacional y sus leyes”).

Así que la pregunta inicial se desplaza a: ¿asiste a los catalanes el derecho a constituir un marco normativo propio y exclusivo?

No veo porque no. A la vez que también veo una serie de obstáculos delimitadores de esa prerrogativa. Básicamente, el derecho de los catalanes a constituirse ellos solos en un marco exclusivo presupone privar a otros ciudadanos de una serie de derechos históricamente consolidados y juridicamente normativizados. Por ejemplo, arrogar a los catalanes el derecho exclusivo a determinar quién está legitimado para entrar y salir del territorio catalán presupone quitárselo a otros que hasta la fecha lo venían poseyendo.

Es por esa razón que los marcos normativos de la mayoría de países europeos, España incluida, consideran la autodeterminación como exclusivamente potestativo de la totalidad de ciudadanos afectados. Sintetizando, el derecho a erigir fronteras no está contemplado a la voluntad exclusiva de una de las partes sino a ambos lados de la frontera.

Pero bajo a esa respuesta formalista, y reconozcamos que poco satisfactoria, subyace la razón filosófica. ¿Por qué no?

Como formalista, la respuesta filosófica ya la he apuntado arriba. Para mí el Estado es exclusivamente una forma jurídica. Pero entiendo que esta respuesta metafísica no convenza a los secesionistas.

Si debería ser razón suficiente para explicar porqué España no concede a ningún territorio la capacidad de autodeterminarse. No lo hace porque su marco jurídico claramente establece que el cercenamiento de determinados derechos requiere la consulta de la TOTALIDAD de los afectados. Y lo que está pidiendo el independentismo es que España renuncie gentilmente a ese derecho. 

Pero ni puede ni quiere. Esa es la cuestión. De donde, Cataluña, como Kosovo, como Irlanda, como Lituania o Sudán del Sur, debe proceder unilateralmente en su camino a la independencia y acarrear con las consecuencias, o en caso  contrario, supeditarse a la norma común. No hay punto medio. Declaración unilateral de soberanía y confiar que con el tiempo la comunidad internacional avale el planteamiento. O supeditación al marco normativo actual.

Y la pregunta es... ¿Puede Cataluña declararse unilateralmente independiente? Un territorio cuyas infraestructuras de agua, energéticas, logísticas dependerían políticamente y en gran medida de otro territorio ajeno... Un territorio carente de recursos económico-financieros propios (sin moneda, sin banco emisor, sin tesoro público)... Un territorio cuyo mercado empresarial depende en un 70% del PIB del territorio del que se quiere enajenar... ¿Puede?

En resumen, el “dret a decidir” empieza y termina en el derecho a unilateralmente declararse esto o aquello. Ahora bien, si esta declaración debe ser reconocida por más gente para que sea efectiva, entonces ya no hay derecho a decidir unilateral que valga.


Pero por increíble que parezca, sigue habiendo gente que considera que lo que en Cataluña se decida debe ser asumido incondicionalmente por el resto del mundo sí  o sí. Como decía Salvador Dalí, “los catalanes son las únicas personas de la tierra que deberíamos poder cenar gratis en todos los restaurantes del mundo”.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Porqué es imposible la independencia de Cataluña

Why is not possible a Free Catalonian Country?

¿Es concebible que España renuncie a su integridad territorial? Es impensable.

En estas circunstancias, ¿cómo puede proceder Cataluña a una secesión? Pienso que  la única dirección posible es la proclamación unilateral, un Molt Honorable saliendo al balcón de la plaza Sant Jaume declarando por tercera vez la República Catalana (cuatro, si consideramos las breves horas en que la Generalitat  de Felipe IV se declaró República hasta que Luis XIV anuló el decreto).

Inmediatamente, todavía está Jonqueres en el balcón, y Rajoy -si es que dura hasta 2014- disuelve la Generalitat en aplicación de la Constitución y abre un proceso electoral autonómico. Se paralizan los traspasos mensuales desde el Banco de Europa al Banco de España y, de ahí, a las cuentas de la Generalitat. En ese momento el Estado Español queda como administrador de esas cuentas. En ese momento, Jonqueres -suponiendo que sea Jonqueres el que se asome a ese balcón- no tiene un duro. ni siquiere acceso a créditos. ¿Se puede lograr la independencia sin un duro? Pienso que no.

La clave está en Europa. Claramente, el marco legal catalán, español y europeo estipula que se se precisan 2/3 partes de un parlamento para considerar legal una proclamación de ese tipo. Mientras esa circunstancia no se dé, la UE puede hacer el paripé de deslegitimizar (con razón) cualquier declaración unilateral. Pero claro, leyes van donde van los reyes. ¿Por qué Europa habría de apoyar a España? Básicamente, por una y solo una sencilla razón. Es España la garante de los 883.000 millones de euros largos (y subiendo) de deuda pública contraídos por el Estado Español a fecha de agosto de 2013.

Y la única pregunta, y la única motivación de este sindicato bancario mundial que llamamos UE es esa: ¿quién paga? ¿quién garantiza?

Cuestión distinta sería una prima al 9% impagable para el Estado Español y una fulminante declaración de quiebra.  Eso sí que, a primera vista, abriría las puertas a la secesión de varias autonomías (que asumieran el pago de la deuda, claro) con el beneplácito de Europa. España RIP y a Cataluña le tocaría asumir entonces aproximadamente unos 200.000 millones de euros. Afrontar los intereses derivados (a un 7%), habiendo de pagar a la vez jubilados, funcionarios y parados, supone situar el IVA al 30% y el IRPF en el 45%, miles de despidos. Ni que decir tiene que eso sí sería del agrado de la UE.

La jugada independentista aquí es aceptar en un primer momento esas condiciones para luego echarse atrás con lágrimas en los ojos (“lo sentimos, nuestra intención era pagar pero no podemos, de verdad que no”). Pero la UE lo sabe (Grecia les ha enseñado el juego), así que, incluso en el hipotético caso de una quiebra del Estado, lo normal es que la UE juegue del lado de España.

Y ahora organiza un nuevo estado en Europa occidental sin el apoyo de la UE y con todo el flujo económico seccionado por una frontera. ¿Cómo pagar a los maestros? ¿Cómo a los funcionarios? ¿Cómo devolver el IVA a las empresas que exportan? ¿Cómo pagar a los policías? ¿al del petróleo? ¿Cómo hacer todo esto con 900.000 parados?... Demasiados cómos y muy pero que muy poco dinero.


En el siglo XXI las naciones no son otra cosa que sucursales de un banco central emisor de moneda.

lunes, 5 de agosto de 2013

Argumento a favor de la Independencia de Cataluña


Este es el principal argumento en pro de la independencia de Cataluña, el único en realidad:
España se haya sumida en una espiral autodestructiva, abandonemos el barco antes de hundirnos con él.  Realmente, una Cataluña independiente tiene pocas probabilidades de salir adelante, pero al menos-piensan los cuatro independentistas que aún conservan cierta lucidez-  lo habremos intentado. Adèu Espanya.
El resto... Mitos, chorradas, mentiras...

Es muy difícil reducir el problema a cuatro causas.
España tiene una economía pacotillera edificada sobre lo público. Haga recuento el lector de cuantos parientes y amigos viven directa (funcionarios,sanitarios, jubilados) o indirectamente del sector público.  Añadan una productividad baja, desindustrialización y con dependencia total del consumo interno. Un Estado caro, unos ingresos de mierda y unos impuestos asfixiantes...

Este es mi lado más neocom. Pero si lo prefieren, coincido plenamente con quienes ponen el énfasis en la pérdida de valores como causa primaria, y más todavía con los que hablan de una distorsionante estrategia de decisión social. Cierto; los mecanismos para acordar democráticamente las grandes cuestiones sociales no funcionan en España, no hay democracia real en apenas ningún estamento... Como en el tercer mundo, en España siguen valiendo ineficientes mecanismos de decisión, que si apelaciones a la antigüedad, lealtad jerárquica, de clan, electoralismo barato, partitocracia y demagogia... Y lo que ocurre en estos casos, al final, son los lobbys económicos los que deciden. Y no vean (siempre) en ello la larga sombra de la corrupción. Es simplemente que los lobbys están bien organizados, tienen a su disposición eficaces resortes de intervención. Saben jugar sabiamente las bazas de castigo-recompensa y carecen de rivales en la sociedad civil. Tampoco les faltan aliados entre la misma sociedad civil. (Y por supuesto, capacidad de soborno sobre el poder político).

Es igual. No importa la causa, a lo mejor ni siquiera existe la causa. A lo mejor es algo todavía más sencillo y derivado de un hecho tan trivial como que en España a la gente no la forman en las escuelas, no les enseñan conocimientos... Les enseñan a aprobar exámenes, que es cosa bien distinta.

Y lo que pasa. Las instituciones españolas no sirven para salir del trauma. No sirven para refocalizar la economía española una vez ha estallado la burbuja de lo público, de lo financiero, de la construcción, del consumo... No solo no sirven sino que sus dirigentes agravan el problema con su visión de la política como “conjunto de reglas que debo seguir para ganar elecciones y seguir al frente del garito. En realidad, conjunto de reglas que debo seguir para continuar al frente del garito, lo de ganar elecciones es secundario”.

Ya lo he dicho alguna vez, todo esto huele intensamente a la URSS previa a su desintegración. No hagan caso a los que pintan al politburó como una cuadra de mangantes. Pues no. Mangantes habría, montones, pero no faltaban tampoco elementos lúcidos capaces de poner a Gorbachov al timón. El problema era el propio Politburó; el partido.  Para salvar la situación, transitar de la economía cerrada a la  abierta, había que acabar con los privilegios del militante, cambiar de cabo a rabo las más de las instituciones. Someterse a la independencia económica y judicial que supone toda sociedad abierta.
Y no hubo tal. De la base al Comité Central, el pensamiento dominante era: “Vale, de acuerdo, hay que iniciar un proyecto catártico que pasa por recortarme a mí mismo buena parte de mis privilegios. ¿Pero para qué quiero yo la URSS sino para ostentar privilegios? En realidad, para qué quiero yo una sociedad que no me garantiza unos determinados privilegios (un trabajo voluntarista, facilón y más que apañao, una posición social envidiable para mí y los míos, un tren de vida con datcha, coche oficial y casino). Que se vaya a la mierda la Madre Rusia. Durará dos o tres meses más pero, entre tanto, que me quiten lo bailao”. Y en efecto. Dos meses es lo que dura. Esto es lo que sucede hoy en España. Las aparatocracias se saben un cáncer, pero son incapaces de la medicación correcta: autoextirparse.

De donde resultan millones de personas considerando que hay que dar un cambio ESTRUCTURAL  a todo esto. No importa tanto el “dónde” como el cambio en sí. Hay que reaccionar.

Así las cosas, ¿puede extrañar a alguien que en Cataluña la gente haya sustituido el PSC y Convergència por la independencia? En absoluto, la gente quiere cambiar o, cuando menos, creer que contribuye a un cambio. Y en Cataluña el único ideario que una mayoría percibe realmente como  un decorado alternativo es la independencia.

Pienso que es propio de tontainas pensar que, a estas alturas, el nacionalismo (ese asesino de masas) sea capaz de nada bueno. Pero la gente cuelga banderitas y canta. Confía que conjurando a las deidades locales las cosas irán a mejor.  Y en el proceso respira aliviada... ¡No permanezco de brazos cruzado! Canto y agito banderas, construyo una realidad nacional alternativa. Sí, te dirán, a lo mejor en mi futuro país continuarán mandando los chorizos (a lo mejor no), pero serán mis chorizos ¿Tienes tú un plan mejor?


Es la falsa creencia en un TODOS redentor y aglutinante. Para empezar y para acabar, la independencia supone la renuncia al derecho a impedir que el vecino te ponga una frontera en la puerta de casa.

sábado, 24 de noviembre de 2012

La democracia secuestrada



Así pues, en este momento y en este país, una política autónoma de los intereses de los bancos (que son los que realmente están imponiendo el tempo económico) pasa ineludiblemente por adelgazar el estado y optimizar recursos.

Ahora bien, en tiempos de crisis, no parece lo más sensato ni cocer a impuestos a las clases medias, ni reducir las estructuras de apoyo a los más pobres, mermándoles la calidad de la sanidad, la formación, las pensiones…

Se podría (teóricamente se podría) combatir el fraude fiscal. Se podrían habilitar políticas de inducción al consumo. Pero sobre todo se podría atajar por lo sano dispendios públicos sin pies ni cabeza.

Digámoslo claro. Hoy, las comunidades autónomas controlan más de un millar de empresas de capital público al exclusivo fin de sortear la burocracia que ellas mismas han generado. Empresas de gestión de recursos territoriales, control de calidad, organización de eventos, externalización, gestión de espacios públicos… La lista es alucinante y tiene su correlato en otras tantas gestionadas desde la administración local. La inmensa mayoría de estas empresas no sirven para otra cosa que para politizar determinados campos de la función pública e instaurar unas redes clientelares. Más claro: colocar a amigos y parientes, dotar de suculentos retiros a personal político que se ha ido quedando por el camino, dar viabilidad económica a las aparatocracias de los partidos.

Es un escándalo.

A la vez, en la administración pública se paga (cuando se paga) a sus proveedores por encima de la realidad del mercado. A la vez, el salario medio en la administración pública se sitúa en una media de mil euros por encima que en la empresa privada (para no ser demagógicos en este punto, habría que señalar que estas descompensaciones tienen mucho que ver con el sobrepago a las cúpulas político—funcionariales).

¿Por qué no adelgazar por ahí?
Porque eso supondría desmantelar las partitocracias.

Imaginen a Oriol Pujol llamando al consejero delegado de Gestió de Espais i Congressos del Gironès. Supongamos que el CEO en cuestión es un tal Miquel. 50 años. Fue cabeza de lista por CDC en unas municipales. Luego fontanero y desde ahí terminó como CEO de Espais i Congressos, con 66.000 de sueldo bruto al año, que Miquel redondea con otros 10.000 que le sopla a la Universidad de Girona por participar en un par de jornadas (Miquel es buen amigo del Vicerrector de Extensión Educativa). Miquel tiene dos hijos, una hipoteca y una mujer con trabajo a media jornada como administrativa en la empresa de la mujer de su asesor legal en Espais i Congressos.

Hola Miquel —dice Oriol—, estás despedido.
Hola Oriol. ¿Y qué hago yo ahora?
Tú sabrás.

Oriol sabe que estas decisiones solo se pueden adoptar ocasionalmente. Un desmantelamiento general de las empresas públicas y que afecte a centenares de militantes incardinados en el aparato político, redundaría rápidamente en la elaboración de listas alternativas al oficialismo avaladas por los descontentos. El partido probablemente se resquebrajaría. Eso por no hablar de que son los Miquel y sus donaciones porcentuales de sueldos (además de otras cosas de las que no se puede hablar) los que financian al partido. Los que llenan los auditorios cuando hay elecciones. Lo que agitan las banderitas para que Oriol se luzca. Los que obedientemente ponen en circulación las consignas.

Lo mismo pasará si Oriol decide poner a dieta a los cargos públicos, y apelando a esa patria que él dice amar tanto, les diga: hasta que no dejemos los números rojos, cobraréis 1.800 euros máximo de la cosa pública. A tíos que se están llevando 3.000, 4.000, 6.000 euros al mes no les puedes hacer eso impunemente.

Es por esa razón que somos esclavos de los bancos. El Estado no sabe adelgazar. El ciudadano no está apuntando correctamente su indignación. Los políticos corajudos, los que podrían desarrollar la operación “Catarsis”, o no existen o hace años que fueron depurados y sustituidos por Miquels y Oriols.

Siempre es el factor humano, siempre.

Vivimos pues en un nuevo feudalismo. Las clases medias y bajas están dominadas por una nobleza político—funcionarial que lo único que no puede hacer es depurarse a sí misma. Eso nos lleva a la dependencia extrema del poder bancario internacional hasta que no generemos excedentes económicos. Eso nos conduce inexorablemente a hipotecar nuestra condición de ciudadanos libres. Eso fomenta ideas alienantes como los independentismos o radicalismos, que a modo de catalizadores aceleran el proceso de putrefacción del todo. Puede ser la muerte de la democracia en el Sur de Europa.

Perdonen que les estropee el día. Esto es lo que hay.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Independentismo catalán y tipología social


Para comprender un fenómeno social hay que comprender  a los que están dentro.
Del actual brote independentista catalán se ha dicho que representa un “cambio cualitativo y cuantitativo” respecto al independentismo de ERC. Cuantitativo: incorpora un sustancial porcentaje de electores al independentismo. Cualitativo: frente al nacionalismo clásico (basado en el patriotismo), diseña un proyecto político tendente a superar la dura crisis económica e institucional que padece Cataluña.

Como todo en esta vida, estamos un movimiento heterogéneo en el que se pueden caracterizar los siguientes subgrupos en absoluto excluyentes:
  • Patriotas
  • Hispanofóbicos
  • Parados y futuros parados
  • Post 15M


Patriotas
El primer grupo es cosustancial a cualquier entidad política territorial con un cierto protagonismo en la historia de Europa. En el caso de Cataluña, este protagonismo no es un “cierto” protagonismo, es un “máximo” protagonismo, por lo que no tiene nada de extraño la existencia de un activo núcleo de patriotas en el independentismo catalán. Para entendernos, una nación, y para entendernos, entre 10 a 20 escaños en un parlamento de 135.

Hispanófobos
Los hispanofóbicos son una corriente en auge. Tradicionalmente en Cataluña siempre hubo, y no diré que sea meramente gratuito, un marcado desprecio hacia un determinado modo de españolidad, paradigmáticamente encarnada en los tertulianos del Gato al Agua. No es ya odio hacia los argumentos, es un odio hacia la totalidad, desde la manera cómo se peinan o cómo visten, hasta cómo se expresan o su sentido del humor. Es un odio hacia un casticismo madrileño que tal vez equivocadamente una gran parte de Cataluña identifica con jactancia, caspa, panespañolismo, monolingüismo y provincialismo cultural. Existe otra hispanofobia tradicional, de carácter rural, basada en aquello de que "de fuera nunca nos ha caído nada nuevo".
Sin embargo, tales hispanofobias son más anecdóticas de lo que parece en la hispanofobia actual. Mucho más interesante es la hispanofobia cimentada en la Mitopoeia del Expolio Fiscal. Al respecto yo no voy a perder mucho tiempo. Aquí tienen las tesis de Ernest Lluch, basadas en la dinámica deflujos económicos y una noción redistributiva del hecho fiscal. A ello añado, el efecto distorsionante de la empresa como recaudador de impuestos, de donde a mayor superávit comercial, mayor ingreso fiscal. Esto se puede y se ha demostrado matemáticamente.  Como también se puede demostrar matemáticamente la cantidad de impuestos declarados en Cataluña y procedentes de fuera de Cataluña (al menos el IVA).
La Mitopoeia del Expolio Fiscal, bien atizada desde el 95% de la presión mediática catalana, ha redundado en un nuevo capítulo de la ley social del Chivo Expiatorio, según la cual, en momentos de malestar el vulgo, hábilmente conducido por las oligarquías económicoadministrativas, proyecta la responsabilidad de sus males, no sobre las citadas oligarquías, sino sobre un tercer agente, “el enemigo exterior”, en este caso España.

Futuros parados
Los parados y futuros parados ofrecen una tipología más interesante si cabe. En España, no solo en Cataluña, la terciarización ha inducido una inflación de nóminas en el sector público. Son funcionarios, trabajadores dependientes de programas públicos, ect… y que se ven, y no sin razón, como los grandes paganos de la actual crisis. De disponer de un sueldo aceptable (en términos de la realidad española) y estable en el largo plazo, han pasado a contar con sueldos tirando a insuficientes para sus niveles de consumo, en peores condiciones laborales, y lo que es más importante, con un total nivel de incertidumbre en el corto plazo. Para ellos, los recortes son La Amenaza. De mediana edad, con cargas familiares y financieras, saben de cierto que, o mantienen sus trabajos, o ya se pueden dar por expulsados de la clase media europea. Son los grandes sacrificados de esta crisis, que no es otra que la crisis del paso de una injusta sociedad de consumo a una no menos injusta de la eficiencia. Para este colectivo, una Cataluña independiente supone secesionarse, también, de la política de austeridad de Madrid. Y lo que es más importante, para ellos, una Cataluña independiente genera oportunidades en un sector público que, aunque pierda peso laboral de un lado, está llamado a generar nuevas estructuras burocráticas sustitutivas de las españolas.
Añadan a los futuros parados, los centenares de miles de parados catalanes de facto, para quienes peor no puede ir la cosa, de donde cualquier cambio…

Post 15M
Por último, el 15M. Este movimiento de rechazo del sistema político partitocrático y de una etérea voluntad de cambio del sistema, legó un colectivo de decenas de miles de ciudadanos deseosos de acción política (del escepticismo pasaron al activismo). Ahora bien, huérfanos de una opción política clara, han visto en el independentismo la posibilidad de una nueva génesis social. Por otro lado y una buena prueba es la Assemblea Nacional Catalana han copiado unas pautas de movilización muy efectivas basadas en pequeñas pero dinámicas redes, ajenas (aparentemente) a las inercias oligarcopartitocráticas. En este sentido, la acción movilizadora de la ANC me parece absolutamente brillante. Hay que ver, y admirar, como, a la manera de la Liga Padana, a través de una acción lúdicofestiva de consulta popular supieron generar una estructura de acción territorial, y cómo la han sabido dar continuidad en el tiempo. Los conservadores españoles entre los que cabe incluir a esta inteligencia artificial nunca jamás deberíamos olvidar el tremendo error que fue despreciar (incluso caricaturizar) a la ANC. En este sentido, el secesionismo catalán camina varios pasos por delante.

En definitiva. Hay un cambio cuantitativo y cualitativo en el independentismo catalán. Hay una homogeneidad de objetivos la independencia dentro de una razonable heterogeneidad social.

Salvo ruptura drástica del Estado español (no olvidemos que los catalanes y los vascos no son ni el único ni el principal problema de un país en una de sus más trascendentales encrucijadas). Salvo ruptura del Estado, repito, el independentismo no llegará a nada por las complejidades técnicas de la creación de un nuevo estado en un mercado hiper trabado, falta de la colaboración neesaria del mercado primario (España) y, para colmo, la enorme sujección institucional y jurídica a un tutelaje de facto de la Unión Europea.  Pero claro, me puedo equivocar. De hecho me suelo equivocar.

miércoles, 1 de agosto de 2012

El péndulo catalán

Del The Catalonian Very Finest Observer, en traduccion libre del Sr. IA para VSdIA.


Pobres catalanes. Durante años y más años, los consejos de administración de los peajes de autopistas catalanas y  no solo catalanas estuvieron (y siguen estando) en manos de políticos nacional-socialistas-independentistas. Peajes que debían haberse amortizado en la década de los 80 fueron prolongados sinedie con el beneplácito de la Generalitat. Más aún, cuando a mediados de los 80 el socialista Josep Borrell impulsó la conversión en autovía de la A2, la Caixa, beneficiaria del peaje de la AP2, financió todo tipo de grupúsculos que con sus litigios demoraron y encarecieron la construcción de la autovía. Así hasta hoy. La truculenta historia de los peajes…

¿Y si lo que sobra es Madrid? Detectamos una ofensiva madrileña para refortalecer la administración central. El Mundo, ABC, La Razón… consideran que el estado autonómico ha fracasado. Puede ser, pero desde luego el modelo no es el centralismo madrileño, con sus cientos de chiringuitos absolutamente inútiles donde indefectiblemente duermen el sueño de los justos politicastros de todo pelaje. Capas y más capas de enchufados  sedimentadas… Hay entidades (suelen empezar por consejo de…)  donde a modo de capas de cebolla se solapan cargos de la época de Suárez, de FG-Guerrista, de FG-Rubalcaba, de Aznar, de ZP, de Rajoy…  Hay más directores generales que puertas… Federaciones deportivas, confederaciones de esto y aquello, paracongresos y metasenados, fundaciones, direcciones surreales sin competencias, consejos de todo pelaje, agencias nacionales que no agendan nada…  A la hora de inventar garitos, las autonomías no son sino modestas  aficionadas en comparación con Madrid (con la probable excepción de la Junta de Andalucía, ya que ni ellos mismos saben a quién pagan ni por qué).

¿Es viable la independencia de Cataluña? Sí, lo es en tanto que el resto del Estado asuma las condiciones secesionistas. ¿Pero por qué motivo La Rioja debería aceptar esas condiciones? ¿Por qué motivo no buscar su propia secesión? ¿Por qué motivo Asturias, Castilla y Madrid deberían asumir Andalucía y Melilla y su 50% de parados y su otro 50% de funcionarios y pensionistas? ¿Quién se come el déficit? ¿Quién financia las pensiones de trabajadores que han cotizado en diferentes comunidades? ¿Quién compensa a las empresas por el impacto de la doble, triple, cuádruple contabilidad inherente a operar en mercados jurídicamente fraccionados? ¿Cómo se vehiculizan los flujos fiscales en  un mismo mercado real sujeto a distintos regímenes fiscales?  La condición de posibilidad de una república catalana pasa porque el resto del Estado se mantenga impávido en el actual statu-quo. En otras palabras, la independencia de Cataluña no depende de Barcelona ni de Madrid, sino de que Zaragoza, Bilbao, Valencia, La Coruña, Valladolid… achanten y se coman por patriotismo español lo que Barcelona rechaza.

¿Navarra y Pais Vasco sí y el resto no? Las razones para negar la autonomía financiera a Cataluña (y a cualquier otra región) carecen de sentido al contraponerlas a la realidad de Navarra y País Vasco. La cuestión es aún más sangrante atendiendo al argumentario que se baraja para justificar lo injustificable. El régimen foral –dice el centralismo madrileño- es una particularidad histórica. Sí, es un pago de Madrid porque los vascos, a fin de cuentas, tan castellanos como cualquier otro madrileño,  pactaron su rendición al gobierno liberal tras las guerras carlistas y volvieron a pactar con Franco en 1937. A todo esto, Cataluña luchaba hasta desangrarse por su católica majestad primero y por la legitimidad republicana después. ¡Y encima los valientes son de Vizcaya!

Una mentira cien veces repetida termina siendo una verdad. No existe el déficit fiscal catalán. Como no existe el de Madrid.  Tal como no se cansó de repetir en vida el catedrático de Economía Ernest Lluch, las diferencias entre recaudación y transferencias responden a la realidad de un superávit comercial que hace, por ejemplo, que el IVA de un producto catalán vendido en Cuenca y consecuentemente cotizado por un conquense tribute a efectos contables como “IVA” recaudado en Cataluña (multiplicado por IRPF elevado a Sociedades).

Catalán sí. Los ataques a la lengua catalana son el resultado de una concepción monolingüística del mundo y según la cual hay lenguas de primera, de segunda y de tercera. Existe una abrumadora unanimidad en Cataluña para la defensa de la lengua mediante su imposición como lengua vehicular obligatoria en la enseñanza. Tal medida ha impedido la desaparición del catalán y, lo que es casi mejor, la división de Cataluña entre catalanoparlantes y otroparlantes.

Libertad lingüística por encima de todo. Lo que no quita para que día tras día desde Cataluña se agreda gratuitamente a todo lo que huela a cultura castellana. Vean sino las leyes por las cuales se prohíbe la rotulación en castellano (no es una prohibición en rigor pero en la práctica sí lo es), la razón de fondo no es otra que conseguir una identidad visual callejera divergente a la de España. En eso Cataluña ha gastado sin miramientos, en conseguir (vía multas si fuera menester) la desaparición del castellano de sus calles y ciudades. De su vida pública. Un caro escaparate destinado a persuadir a los propios catalanes de que viven en otro país: el país donde  “mercería” va sin acento.