No es lo mismo culpa que causa. En la presente crisis, mucho
énfasis se pone en la culpa y poco en el de la causa. Está bien castigar a los
culpables, pero más allá de un vago valor ejemplarizante el castigo no sirve a
los fines de mejorar la situación. La situación se mejora desde las causas.
Vengo sosteniendo que la crisis económica que
padece España remite a varios factores.
1. Endeudamiento privado insostenible
(y público in crescendo). Las familias y empresas españolas se gastaron en los
90 y primeros del XXI el dinero de (por lo menos) la siguiente década.
2. Falta de competitividad de las empresas.
Talón de Aquiles de la economía española. De ahí, por ejemplo la escasa
capacidad generadora de empleo, la precariedad y escaso valor (sueldos bajos) del empleo en las empresas españolas.
3. Falta de cultura económica de los votantes,
que redunda en la escasa exigencia por parte del electorado de cambios efectivos
en la organización económica.
Estos tres puntos explican en parte por qué
ante un ciclo económico globalmente negativo la economía española ha
reaccionado tan caóticamente.
Hay que tener claras las causas para no
confundirlas con las culpas.
Un ejemplo. Un paleto llega a Madrid y es
estafado por el timo de la estampita. La CULPA es, en este caso, del estafador.
Aplicado al análisis anterior, los intermediaros financieros y agentes de
control del mismo son los culpables de 1. La culpabilidad de 2 y 3, en cambio,
es mucho más compleja, pero la culpabilidad del sistema financiero (así
como agentes de control) es realmente escandolosa (de dolo).
Sobre el mismo ejemplo, la CAUSA de que la
estafa se produzca habla de la ignorancia, credulidad no exenta de codicia del
paleto. Como sea que hay paletos, hay estafadores. Si no hubiera paletos, no
habría estafadores. Análogamente, para salir de la crisis se
precisa actuar sobre las causas.
1. ¿Cómo podemos actuar sobre el endeudamiento?
2. ¿Cómo podemos mejorar la competitividad de
las empresas?
3. ¿Cómo elevar la cultura económica de los
españoles?
La respuesta a 1 es: acelerar o retrasar la amortización
de la deuda. Se opta por acelerar cuando uno tiene recursos añadidos o amplio
margen de maniobra para la reducción del gasto, en otras palabras cuando se es
rico. Cuando se es pobre, se tiende a retrasar la amortización, aún a sabiendas
que eso hace la bola más grande. Que España esté más por lo segundo que por lo
primero no es en absoluto una buena noticia. Adicionalmente, los estados tienen
una herramienta, la emisión de moneda, inventar dinero. En el caso de España,
sin soberanía económica, eso pasa por ganar la voluntad de sus socios europeos,
que consideran que todavía no ha llegado el momento. Emitir moneda es, por otro
lado, empobrecer más. Se comprende que los socios de los españoles no estén muy
por la labor.
2 comentarios:
Creo que su analisis, por una vez, carece de realismo. La causa de la crisis en España, cuando el resto del mundo está saliendo de ella, es de las políticas que año tras año han ido llevando nuestros políticos. La culpa es toda nuestra por votarlos.
La deuda, la competitividad de las empresas, la cultura económica, se arreglan desde la política cuando hay voluntad de buen gobierno.
Cuando directamente se va al choriceo, al amiguismo, al voto cautivo y no se piensa en el gobierno a largo plazo, es cuando todo acaba saliendo mal.
correcto
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