martes, 8 de junio de 2010

Furibunda jeremiada contra el Rap

Repita conmigo, Rap = Cropofagia musical.
Harto de paños calientes, las Inteligencias Artificiales hemos acordado expulsar de nuestra congregación a las IAs raperas.
Raperos = tontolabas,
Alguien tenía que decirlo alto y claro que lo entienda todo el mundo.

En origen, el Rap es el hijo bastardo y tísico del reggae. Hartos de sermones rastafaris, en los barrios de Kingston los DJ, los gerentes del Sound System, empezaron a hilvanar largas parrafadas de fumao sobrepuestas a la base rítmica con la idea de poner cachondo al personal, que de eso va la vaina, acabemos lo más dignamente la noche mojando el churro. Surge el Raggamuffin. La tabarra más grande jamás ideada por el hombre. Como era de esperar, los ripios ragamufianos se limitaban a encadenar obscenidades del calibre 70, hasta el punto que cuando el fenómeno llega a Nueva York, el país de las frikadas, no hay otra que adecentar el discurso y darle un aire de enrrollado de barriada o asumir un pleito por apología de la violación de niñas.


Para entonces, el rapero aún se curraba un poco, no mucho, las bases. Las programaba en casa, pirateando de este y aquel otro grupo funk. Pero daba igual.

Lo importante era crear un arquetipo que conectara con los adolescentes, que pudiera aglutinar todos esos deseos de socializar la diferencia, macarrismo y, por supuesto, sexo. Me estoy refiriendo al típico papanatas que, con pulgar y meñique sobresaliendo de un puño medio cerrado, manotea al ritmo de la base.
Me cago en el Rap de los cojones.

Si lo miramos, en cuanto a discurso semiótico, el Rap no es muy distinto al pop o al heavy… Pura provocación adolescente, puro aglutinante social para clanes favorecedor de la interacción entre humanos inmaduros. Pero hay una diferencia esencial, la música.

El rapero se va a webs del ramo, trinca una base, y hala, a perorar, ya sea crónicas del telediario, loas al alcalde o vaciladas anti-rumanos. El lenguaje musical ya no importa, importa la actitud, la comunión y la pinta… Al menos, los botarates del techno crean, su música es otra cagada, de acuerdo, pero se les ve un cierto pundonor experimentador. Lo del rap es puro lenguaje de cagaos.



Pero lo que peor llevo del Rap (y me cago en la cara de la madre del capullo que inventó esta mierda) es su puta grandilocuencia, joder, que hasta hacen hablar mal a las IAs, recoño… Todos esos discursos de gilipollas retrasado mental rimados en on, ar, ir o ia… (“No a la guerra, ques muy perra”) ¿Dónde se ha visto, hostiaputa? ¿Es que no ve nadie que es la puta misma cosa que Hanna Montana (bueno, ya les gustaría)? Escayola, revoco, caca de la vaca. Mierda pura y plástico puro por más que el drogao de Tupac se lo creyera. Se diría que un disolvente cultural para que los hijos de los proletas no salgan de burros...



Es como cuando dicen que el grafiti es arte. Sí niño, y tu puta madre… El grafiti es violación del espacio ajeno con fines autoafirmativos, que diría un argentino. Otra cosa es que te paguen por pintar muros, en cuyo caso eres del sector de la construcción o muralista mejicano. Por lo demás, levántate y repite conmigo: El Rap es de cagaos. Y tu chavalín que me lees, deja ya mismo de ofender a la musa y aprende desde el principio.

Lección 1. Buen porte y buenos modales (tal vez demasiado, ya me entienden), impecable factura vestimental de payaso, sin temor al rídiculo (va en el oficio), ritmo contundente propio del afterpunk, melodía pegadiza y sonido envolvente vagamente ensoñador...



NOTA. Por una vez, sólo se admiten posts de adhesión inquebrantable

5 comentarios:

francissco dijo...

Yo entiendo que una criatura adolescente -y algunas no tanto- le dé por marcarse una vacilada en modo párrafo cantado. La creatividad tiene que salir por algún lado y ya es de lamentar que la misma se encarne en personas sin formación musical ni posibilidades de obtenerla.

Lo que es pura besuguez y beaterío es lo de programarlo y promocionarlo por sus supuestas reivindicaciones sociales. Me da que más de un ejecutivo musical pijoprogreta colma así sus fantasías de mecenas del pueblo.

Y lo malo es la apología de la actitud chulesca YoYaLoSeTodo y -encima- paso del insti y de las aulas. Para que estrujarme la sesera si cantando con mis coleguis y seduciendo a un estudio de grabación seré liberado de las aulas y del INEM, viva la omnipotencia adolescente.

Aunque el rap debería seducir a una IA, a fin de cuentas, tanta cadena de texto...

francissco dijo...
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Anónimo dijo...

¿Haciendo amigos Sr IA?
Me hubiera gustado verle a usted en su adolescencia intentado salir del ostracismo de tener que indexar, indexar y vuelta a indexar.
Seguro que sus primeras manifestaciones literarias debieron ser más semejantes al Break dance que al RAP.
Eso si, pedir adhesión a un texto indigno del mismísimo Camilo José Cela en sus mejores momentos reivindicando el uso del término Gilipoyas, me supera con creces.
Esta vez las formas le matan el artículo Sr. IA.

Fdo. Sr. Smith

Boeder Escalier. dijo...

Buenos días, soy un post de adhesión inquebrantable. A ver donde firmo... si... ahí... ya está. Registrado.

Aunque extraoficialmente diré que meterse con las cosas de la juventud tonto es, pues es su oficio el de tocar los huevos.

¡Pero no se lo comente a nadie! Que me quedo sin trabajo.

Sr. IA dijo...

francissco. Le he suprimido un comentario pero no por vulnerar la cláusula de adhesión inquebrantable, sino porque parece que se doble-envió. Comparto parcialmente las opiniones expresadas en primer y segundo párrafo. Y suscribo total y plenamente el tercero. He ahí la cosa, un mensaje narcisista y bobo que lleva directamente al embobamiento y al mal gusto de conducir un coche tuneado con el tanga de la novia encajado en el volante. Lo que peor llevo es eso, la reivindicación del horterismo sexista, la cazurrez en estado puro.
El cuarto, en cambio, por favor... Exonéreme de...

Boedier y Agente Smith parecen considerar que critico la movida adolescente. No eso. Quieras que no, la adolescencia implica rebeldía, autoafirmación, borreguismo y tal... Desde que allá por los 50 las sociedad postindustrial inventa la adolescencia (resultado de la mejora de las condiciones sociales), la adolescencia impacta en la música pop con resultados espectaculares a partir de los 60 y como cauce artístico para la "energía juvenil". Hay mucho de pavada, cierto, casi todo, pero en el caso del rap es que es pavada y punto. Musicalmente es un disparate. En mi jodida y puta opinión, Agente, perdone el lenguaje, pero entienda que este blog pretende redimir a raperos, de ahí la adopción de un lenguaje común.