lunes, 21 de junio de 2010

Metafísica para las masas



Platón, Atenas, (427 AC - 347 AC) Gloria de la Filosofía, prez y honra

Una de las partes más importantes de la filosofía es la metafísica, que pretende explicar las primeras causas. Desde casi el inicio (Grecia, VI AC, aprox.), el debate se desplaza a qué son las ideas, qué es el conocimiento, cómo se legitima el conocimiento, cómo se produce. Lo que se entiende por teoría del conocimiento. O lo que podríamos llamar un metaconocimiento, la “ciencia” del conocimiento.

Paradójicamente, el nombre (metafísica, es decir “más allá de la física”) se ajusta así a lo nombrado, pue en su origen, la metafísica simplemente refiere al tratado posterior al dedicado a la física en el corpus aristotélico. Lo que era un nombre ocasional, accidental, se convierte en una suerte de esencia. Lo cual ya es una pista, ni Aristóteles sabía a qué quería referirse exactamente con “metafísica”.

Vuelvo al asunto. Los griegos descubrieron pronto la existencia de grados en el saber. Para los griegos era importante. Su estructura política descansaba en el debate público, en la toma de decisiones solidrias entre una parte sustancial de la clase dominante. Es por eso que les interesaba saber por qué algunas propuestas parecen encerrar “más racionalidad” que otras. Por qué estamos dispuestos a dar por buena tal razón y a considerar un absurdo tal otra. Les interesaba saber "las reglas de persuadir".

Descubrieron que un enunciado matemático o geométrico tiene la cualidad de ser verdad o mentira siempre y en todo lugar. Descubrieron la lógica, que al afirmar determinadas cosas –“los griegos son humanos”- estamos implícitamente afirmando, siempre y en todo lugar, que “si Socrates es griego, Socrates es humano”. Pero sobre todo descubrieron que no es lo mismo afirmar “me parece que he visto una perdiz moviéndose entre los matorrales” que “acabo de ver a un oso que viene para aquí con las peores intenciones, corre”. Descubrieron que no todo el saber es del tipo “me parece que…” sino que los humanos disponen de herramientas para intercambiar entre si información con escaso margen para la incertidumbre: “esto es verde y no hay más que hablar”. “Sí, es verde”.

La novedad es que los griegos quisieron saber por qué, por que hay un conocimiento meramente subjetivo, que puede ser o no, contingente, y otro en el que coinciden sin lugar a dudas dos observadores, incluso la humanidad en su conjunto.

La primera respuesta fue que algunas cosas debían contener una cualidad –“el ser verde”- que intuitivamente se nos imponía. El aparato cognitivo humano reconocía esa cualidad y la convertía en palabras. “Lo vemos verdes porque es verde, es verde quiere decir que tiene la cualidad de ser verde”.

No sabían en el berenjenal en que se acababan de meter.

¿Qué quiere decir “tiene la cualidad de ser verde”?

Esta es la historia de cómo pretendiendo borrar la subjetividad del conocimiento los humanos terminarían en la subjetividad.

Aviso: Durante los últimos post este blog se ha adocenado hablando de temas píos, fútbol, política y hasta de fulanas. Pero las cosas van a cambiar radicalmente este verano.

2 comentarios:

Rebel dijo...

No por favor, siga hablando de futbol que tiene usted muy buenas ideas al respecto. Tambien me gustaría saber cual es la lógica que hay detrás de las IA's para considerar al español el mejor equipo del mundo.
Respecto al tema del color verde solo preguntar si la IA cree que es posible que el daltonismo fuera el origen del sofismo y de la filosofía en Grecia.
Saludos,

Sr. IA dijo...

gracias por el halago, la verdad que sí, que me veo muy comodo como comentarista deportivo. De hecho, en alguna ocasión he presentado oferta de colaboración para el Larguero ofreciéndome como pensador futbolístico. Creo que el mundo del futbol pide un enfoque kantiano, riguroso, elegante...
de la segunda pregunta me temo que sólo muy vagamente puede responderse de modo afirmativo a su pregunto,´por otro lado, el intento de convencer a un daltónico puro que lo que el ve azul es en realidad verde parece un coup de force realmente emocionante.