viernes, 13 de julio de 2012

¡Un pipicán de 15 millones de euros!




A primeros de julio de 2012 un grupo de retrasados mentales perrofílicos del barcelonés barrio de Gràcia toparon con la intención del ayuntamiento de eliminar un pipicán. En lugar del desagradable vertedero, el ayuntamiento optó por ampliar la escuela Univers, en la plaza Poble Romaní, y eliminar este nauseabundo y abyecto cagadero al aire libre. El pasado lunes, en protesta por la eliminación del pipicán los propietarios de perros invadieron coordinadamente el patio del colegio Univers y dejaron que sus bestezuelas rociaran de meadas y excrementos el citado patio.  Estos retrasados mentales tienen nombres y apellidos, son conocidos del barrio, pero en lugar de estar internados en algún presidio o clínica para psicóticos siguen  libres por las calles. Peor. A lo largo de la semana han seguido invadiendo la escuela pavoneándose de que sus perros seguirán deyectando en el patio escolar hasta que usted y yo con nuestros impuestos construyamos un pipicán para sus repugnantes mascotas.

Esta historia es atroz.

En apenas tres años de historia, la escuela pública Univers ha venido  ejemplificando las causas y efectos del caos administrativo. Univers empezó “provisionalmente” en unos barracones ubicados en Poble Romaní en el año 2009. Para entonces el ayuntamiento tenía ya adelantada la adquisición de un solar en la calle Bailén, transacción que se cerró en 2010 por el alucinante importe de 15 millones de euros. El problema es que para viabilizar la inversión del solar, y en paralelo a la edificación del centro, había que construir un parking subterráneo.

Naturalmente llega la crisis, naturalmente los números no cuadran y naturalmente el ayuntamiento no encuentra una empresa de aparcamientos o “primo” que se anime a dar viabilidad económica a este disparate. La barraconera solución "provisional" queda en "solución estacionaria".

Y como los escolares crecen, y como en el distrito de Grácia hay un grave déficit de plazas escolares, Univers sigue su expansión al ritmo de un barracón al año. A resultas de lo cual, para el curso 2012-2013 no ha quedado otra que desarmar un pipicán para que, en septiembre y donde un día se acumulaba mierda perruna, se levanten aulas en las que insuflar la semilla pitagórica a las nuevas generaciones de barceloneses (ciudad, a la vista está, perentoriamente necesitada de ilustración  y sensatez).

Yo no quiero hablar de la Escola Univers, cuya luchadora AMPA cuenta con todo mi cariño y apoyo. Los lectores de este blog sabrán que solo tengo un único y lamentable hijo, pero la sola idea de que el hijo de alguien (incluso el mío) deba compartir sus juegos escolares con meadas de perros con el beneplácito de una administración me enciende.  

Quiero hablar de delirio y enfermedad mental.

Porque la cosa no queda en un grupo de vándalos arrasando a golpe de excremento perruno los últimos valores de una sociedad enferma y decadente.

Vean. Como sea que el ayuntamiento de Barcelona debe estar en manos de perrofílicos, al final se ha optado por habilitar en el solar de la calle Bailén y con el dinero de todos un “pipicán” alternativo al antiguamente existente en Poble Romaní. Un pipicán para el que se han invertido (hasta la fecha) 15 millones de euros.

No creo que pueda hacer mucho para restaurar el imperio de la cordura en la desdichada ciudad de Barcelona. Será inútil que postule un impuesto específico para los propietarios de perros (¿acaso no pagan ICTV los vehículos?). Todo lo que puedo hacer es considerar a todos los efectos al Ayuntamiento de Barcelona como ganador del premio Ceporro Sin Remedio en la categoría Armada Invencible a la obra pública más surrealista, vergonzosa y despilfarradora… Ni aeropuertos de Castellón, ni velódromos ni Centros Niemeyer para refuerzo de egos desaforados… Quince millones de euros para un pipicán en la Escola Univers… Ahí es nada…

Por supuesto les dejo con esta distópica –aunque profética- canción de Greenday… Doockie… La épica batalla de los excrementos perrunos en el lado Oeste de la Bahía... ¡Welcome to Paradise!


1 comentario:

Anónimo dijo...

yo soy uno de esos retrasados mentales que le gustan los perros y te puedo decir una cosa, un perro no falta al respecto como lo haces tu. Ya que te gusta tanto ese colegio más vale que te apuntes y te enseñen buenos modales que te hace falta con urgencias.