domingo, 1 de julio de 2012
Nueva Entrada Museo Metafísico: Purgatorio
Incorporada una nueva pieza al Museo Metafísico: el purgatorio.
La sala de las incertidumbres se complace en presentar su última adquisición, una ficha sobre el purgatorio. Dado que estamos ante un estado del alma, y no un locus, hemos optado como objeto fetiches el museo del purgatorio de Roma... Es así que el museo metafísico responde a su acendrada vocación como metamuseo, una línea de trabajo prometedora y a la que vamos a volver.
En este momento, el museo ya cuenta con dos metamuseos, el de metacolecciones de primeros fascículos y el museo de museos sobre el purgatorio. Saludos, la dirección. MM.
http://museometafisico.blogspot.com.es/2012/06/el-purgatorio.html
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Bueno, Frisco ha elminiado sus comentarios... Yo le contesto igual a sabiendas que es bastante incompleto e insatisfactorio lo que vengo en decir.
Para un católico, el mensaje de Dios se limita al Nuevo Testamento (en los evangelios largamente depurados por la Santa Madre Iglesia (SMI), siendo los textos del viejo materia complementaria no sujeta a dogmática. Profecías, genealogías, cánticos, historia, es decir, un católico no está obligado a dar naturaleza histórica al génesis, ni aceptar que las tablas de la ley fueran una revelación de Yavhé al pueblo judío vía Moisés... Yo no soy ningún experto, pero la pregunta que me planteaste, ¿de dónde salen los 10 mandamientos?, me intrigó profundamente, pues lo cierto es que poco tiene que ver los mandamientos del Éxodo con los actuales. Lo pregunté al párroco, y me dijo que los 10 mandamientos pretenden recoger un mínimo ético respaldado por la iglesia en distintos concilios "más o menos" basados en el análisis del mensaje evangélico (ya digo que instaurado como tal por la propia iglesia, como se sabe, hay decenas de evangelios de los cuales solo cuatro son canónicos). Según el párroco y otros autoridades consultadas, nuestros diez mandamientos no son los de Moisés ni tienen nada que ver, más bien, pretenden habilitar un mínimo ético basado en los actos y en ocasiones manifestaciones de Jesús. Posteriormente, la patrística y los teólogos han ido depurando los casos hasta quedar en los conocidos.
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
No blasfemarás
Santificarás las fiestas
Honrarás a tus padres
No matarás
No cometerás actos impuros
No robarás
No mentiras
No tendrás pensamientos impuros
No codiciarás bienes ajenos
A lo que se añade el ya sabido de amarás al prójimo como a ti mismo. Por tanto, como revelaciones, tenemos que considerar el primero y el undécimo, dictados por Jesús, y según quien de estos se desprenden toda ley.
Ya que el sr. IA ha tenido a bien contestarme(de modo bastanta satisfactorio)dire que retire mis preguntas porque hice algo de investigacion y halle algunas respuestas.Asi parece ser que el primero que modifico los mandamientos fue Agustin de Hipona en su obra "Cuestiones sobre el heptateuco",en el libro II,y basandose en consideraciones de orden logico.Luego tambien se hicieron modificaciones en el II Concilio de Nicea,en la misma linea.De todos modos si los mandamientos de la ley de Dios de la iglesia catolica no tienen nada que ver con los de Exodo,20 la pregunta se disuelve.Por cierto que como codigo etico el decalogo es bastante bueno y bastante avanzado para epocas anteriores,de modo que "si non e vero,e ben trovatto".
De todos modos dos apostillas a su amable respuesta sr.IA:
a)Si el antiguo testamento no cuenta¿Que hacemos con el pecado original?Y si no hubo pecado original ¿A que vino Jesus a la tierra?
b)Segun el nuevo testamento(Mateo5,17 y Lucas16,17)Jesus dijo que "de la Ley no se tocaba ni una coma".
No soy experto en escritura,pero creo que el mensaje evangélico es bastante hermético o abierto, no sé... Lo único que queda claro es que Jesús dice ser el Mesías, y que promete la resurrección, por lo demás da unas vagas, aunque profundas, normas éticas basadas en la empatía con el otro. A partir de aquí la iglesia construy el edificio con innumerables conflictos hermeneúticos, muchos de los cuales siguen 2000 años después.
A mí esas disquisiciones me parecen secundarias. Lo potente, lo difícil, es armonizar filosoficamente creencias místicas, por ejemplo, en alguien que promete la resurrección (y algunas otras cosas) con la racionalidad. Yo pienso que hay que armonizarlo con la racionalidad (una racionalidad en sentido débil, si quieres, pero hay, al menos que armonizar la viabilidad con o intentarlo). Ese sí que es un problemón. A mi no me basta con decir, hala, soy católico porque me resulta mejor serlo que no serlo, creo que hay que argumentar racionalmente estos postulados... Tengo pendiente una entrada al respecto, pero cuesta, vaya que sí cuesta...
Publicar un comentario