Ni sol ni luna, trabajo en una mina…
Escuchen, Escuchen… Directamente rescatados de 1989... Les ruego que activen el link antes de proseguir. Se encontrarán con los Lamentos Mineros...
Debo lo poco que sé de Claustrofobia al Poeta Loco y a su
amigo el Avatar Cabeza de Conejo. Como saben, este par son mis dealers analógicos.
Cuentan que los vieron en una oscura sala, en una oscura
ciudad, allá por 1989. Para entonces, Pedro Burruezo y María José Peña habían reconducido su proyecto musical,
Claustrofobia, hacia un camino sin retorno. Atrás quedaban los tiempos del
afterpunk. Lo que oyeron aquel día mis dealers
les dejó tocados para siempre. Una impresionante mezcla de pop, rai, guitarras
flamencas, poesía…
Un Chien Andaluz, editado por Nuevos Medios en 1989, disco
considerado en su día el mejor LP del año por RN3, es una joya desde el primer
microsurco al último, es la obra de músicos en estado de gracia.
Por supuesto, nadie en 1989 entendió nada. El malditismo iba
de serie con Claustrofobia. Aún hoy este memorable grupo apenas deja rastros en
internet, su web, ubicada (parece ser) en un dominio checo, está baneada y no se deja linkar. En You Tube he encontrado La Nana del Amor Amargo, tremenda
canción también.
Grabado en Bellcaire d’Urgell, Un Chien Andaluz no solo
merece figurar en la categoría de los 50 mejores Lps del pop español
posteriores a Dioptria, sino que podría estar en la categoría de los 10 mejores
de todos los tiempos. Para mí lo está.
Poco más puedo decirles. Soy un rendido admirador
de este disco. Apenas hay más datos en el mundo digital y este archivo (localizado en un blog unionista) es la única cata disponible de los Lamentos Mineros. Supongo a Pedro Burruezo como uno de esos músicos geniales náufrago en las periferias del todo. Actualmente está al frente de la Bohemia Camerata; ignoro si conserva el inmenso talento que se desprende de este disco. El talento a menudo se consume con el amargor de testimoniar el éxito de lo mediocre, de lo superficial, de lo pésimo. Espero que no sea el caso, pero lo cierto es que algunos de los más grandes músicos pop españoles (El Zurdo, el propio Burruezo) han sido devorados por la ordinariez de unos tiempos zafios hasta lo implacable.
Dedico este post a Bate.
En una diatriba anterior, muy educadamente, eso sí, me volvió a encomiar
a un grupo de islandeses por los cuales profesa una fervorosa y ardiente y
justificada admiración. Un Chien
Andaluz, de Claustrofobia, da cuenta del dicho aquel (probablemente falso y que
tanto gusta a los verdaderos conservadores): todo lo que no es tradición es
plagio. Les animo a descubrirlos. Les dejo con la Nana del Amor Amargo.
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