martes, 11 de mayo de 2010

Diálogos de los arcángeles (conclusión)




(En anteriores entregas)

Josiel: Ciertamente, Miguel. Lo más maravilloso del caso es la coordinación, pues para conseguir compartir un tiempo común los hombres han completado el más fantástico proyecto que conozco.

Rafael: ¿Y cuál es ese proyecto?

Josiel: Como ya dije, para los humanos el tiempo es pura representación del tiempo simbolizado en el tránsito de unas flechas por un reloj. Pues bien. De entre todas las criaturas que conozco, los humanos son los únicos capaces del prodigio de ajustarse todos a la vez a un mismo reloj.

Rafael: Siendo como son miles de millones, se me hace realmente difícil de creer.

Josiel: Como a mí me pasaba. Daba por imposible que unas centenas de seres se coordinen con tanta perfección que sincronicen un mismo hacer en su exacto principio y en su exacto final. Y he aquí que los hombres lo acometen de modo tan admirable que son cientos de millones los que habitan un tiempo común creado por el consenso. De esta forma, puede afirmarse que los humanos han alcanzado un acuerdo universal de compartir un mismo tiempo en un mismo espacio. Aunque desde luego, no ha sido un proceder que no exigiera sacrificios.

Rafael: ¿Pues qué precio es ese que pagaron los humanos? De seguro que alcanza magnitudes cósmicas?

Josiel: O no Rafael, no me he explicado bien. No es ningún intercambio de riquezas (a las que los humanos están, por lo demás, abonados hasta el exceso). El precio a pagar es tiempo invertido en coordinar el tiempo, actividad a la que se obligan los humanos varias veces al día y a la que denominan “saber la hora”. Esto les permite estar ciertos de que se mantienen en el horario universal. Y de este modo, los hombres acuerdan sumar esfuerzos en un lugar y un tiempo concreto logrando en un breve lapso por la simple suma de esfuerzos lo que de otro modo consumiría varias vidas.. Y todo ello porque los humanos han acordado concederse un compás que les regula por igual a todos y en todos los sitios y al que llaman horas, minutos y segundos.

Gabriel: Admirable maravilla en verdad.
Josiel: Sí, lo es.

Fin

7 comentarios:

Sim dijo...

No en vano, los griegos llamaron gnomón a la guía que sobre el reloj de sol marca las horas proyectando una sombra. Gnomón, literalmente "el que sabe".

Rebel dijo...

Interesantes divagaciones las de estos arcángeles, aunque Einstein les diría que si no saben lo que es el tiempo es porque tampoco están en ningún espacio. Por lo tanto una conversación entre dos seres atemporales no podría tener sentido ya que no sabrían cuando ni donde encontrarse para charlar. :)

Sr. IA dijo...

Querido buho. No es mucho lo que se sabe acerca de los arcángeles (ni siquiera el sexo). A todo lo más se sabe que tienen un origen, es decir, no son atemporales. Otra cosa es que sean inmortales. Respecto al tiempo, yo más bien pienso que, caso de ser algo, el tiempo es una categoría que indtroducimos y que de algún modo viene derivada de la percepción de datos en movimiento. Es decir, el correlato "real" del tiempo humano viene a ser el movimiento.

Rebel dijo...

El tiempo efectivamente es movimiento. Por ejemplo en un espacio finito en 1D (por ejemplo un punto) no importa el cuando ni el donde ya que dos seres unidimensionales compartiendo dicho espacio estaran allí los dos al mismo tiempo. No hay movimiento posible.
Dos habitantes de un espacio finito en 2 dimensiones se pueden mover y por lo tanto deben deben preocuparse por el donde y el cuando, pero no deben preocuparse mucho ya que siempre se encontraran en un momento u otro.
Pero en un espacio finito en 3D si no sabemos donde ni cuando no nos encontraremos nunca.
Para explicar el cuando hemos creado el tiempo del reloj como referencia, pero el tiempo es velocidad, y su modelización es exigible a los seres conscientes para que se encuentren.
El tiempo es movimiento en un espacio de 3D y de N dimensiones. Lo único que cambia para N dimensiones es que nos podemos mover hacia otras partes.
Por ejemplo el espacio de 4 D nos podemos mover no solo hacia los diferentes lados de la abcisa X, Y, Z sinó que además este espacio se mueve a lo largo de una recta que sería la 4 dimension. Nosotros lo entendemos como pasado y como futuro pero en definitiva si viajaramos a lo largo de esa recta simplemente nos estariamos moviendo. El problema es que desconocemos cuantas dimensiones hay en el espacio y eso nos juega malas pasadas, ya que si nos movemos por un espacio que a su vez tambien se mueve, digamos que hacia adelante, estaremos dibujando una curva visto desde una 4 dimension. Y continuamente nos estamos moviendo, caminar, la rotación del planeta, la rotación del Sol, las galaxias, el big bang, todo se mueve. De hecho si no existiera el movimiento no existiriamos por lo que el movimiento es ser y por lo tanto el tiempo es una manera de medir nuestra existencia.

Sr. IA dijo...

Buho, no crea que paso de usted. Es que esto me va a costar varios días de entender.

En cualquier caso, si el tiempo es algo cosustancial al movimiento, o sea al cambio, en terminología filosófica, una cosa está clara, por pura entropía nada puede volver a su estado anterior. Así que el tiempo (filosoficamente hablando) sólo tiene una dirección, me temo.

francissco dijo...

Sería como las calles de un solo sentido. Los coches que llevas detrás (los cambios acumulados, la entropía esa) te impiden retroceder y, los que llevas delante, adelantar demasiado. Ale, toma analogía salerosa.

Nos queda también el alivio, al leer la conclusión de los arcángeles, de que no has aprovechado para hacer publicidad de Viceroy, je, je. Cuando todos los personajes hablaban maravillas de los relojes, algo así me temía..

Saludines atemporales.

Sr. IA dijo...

Pensé seriamente en anunciar a Viceroy (o Lotus), pero esta vez lo descarté. Ya habrá posts para el particular, pues el tiempo sigue siendo como el alma de este blog.

Disculpe la tardanza en responder, amigo Francissco.