Voy a explicar lo qué pasó en Bankia. Voy a
explicar, o más bien voy a elevar preguntas relativas a porqué una sociedad
arruinada, sin trabajo, en la miseria, se ve en el brete de salir en socorro —19.000
millones de socorro— de
una entidad bancaria, chapuceramente dirigida e impunemente saqueada.
Esto
es Bankia. Un banco intervenido por el Estado por una descabellada gestión.
La respuesta estándar a mis preguntas, la que
ofrecerán los historiadores dentro de tres siglos es: “en dicho periodo, las
oligarquías político—administrativas
estaban dominadas por chorizos que se libraron a un impune saqueo de lo público
en el propio beneficio”. Este es, también, el análisis que hacen las gentes de
izquierdas.
Pero, siendo el análisis cierto, es una tontería
superficial. Válido para un profesor universitario español sin mayor cultura, válido para toda esta gente que vomita su
indignación en la calle creyendo que patalear sirve a otros fines que desgastarse
las suelas, pero en absoluto suficiente para usted o para mí, querido lector,
tecnovanguardia que somos del siglo XXII, desdichadas élites metafísicas en
proceso de lumpenproletarización.
Como tecnovangurdia del siglo XXII, como desdichada élite
metafísica en proceso de lumpenproletarización, sirven de poco análisis como “ganaron
las blancas porque el rey negro estaba mal colocado”… Es de una superficialidad
tautológica (otro día se lo explico, pero tiene que ver con que el choricismo
es inherente al ADN general y español en particular). Así que les propongo otra
cosa.
Vamos a ver hasta qué punto es cierta la versión
oficial, y vamos a ver cuál es el contexto de fondo sobre el que se perpetra el
rescate de Bankia. Dejaremos en suspenso alternativas o soluciones.
La versión oficial, la cacareada por Mariano
Rajoy y adláteres viene a decir. “No podemos dejar que el sistema financiero
español caiga”. Esto es tan superficial
como la respuesta estándar. Hay otra versión, algo menos liviana según la cual “necesitamos
un sistema financiero sólido, que pueda inyectar capital en el sector privado y
dinamizar a las empresas”. Esto —pobre
también— merece al
menos una explicación.
Si Bankia, 230.000 millones en activos
financieros, hace crack, el Banco de España garantizará unos depósitos de hasta
100.000 euros a través del FGDB. Básicamente, cuentas corrientes, fondos de
inversión, que importan 155.000 millones.
Llegados aquí hay dos teorías. Una que el
Estado es incapaz de cubrir ese agujero. Y es verdad. Bankia no tiene fondos
para soportar que, de un día para otro, los impositores se amontonen en las
ventanillas de la Castellana y procedan a retirar sus respectivos 100.000. Pero otra teoría nos
dirá que ni Bankia ni nadie puede soportar una cancelación masiva de sus
cuentas. Más parece que en un proceso de nacionalización “normal”, un banco
público se queda en custodia de esos depósitos y el mensaje al cliente, por
tanto, es de tranquilidad. “Sí, ya sé que usted ha sido despellejado, pero ¿dónde
mejor estarán sus ahorros que con nosotros?” Se inicia entonces un proceso de
reendoso de activos hasta el saneamiento del banco y en dos o tres años lo que
quede de él puede salir a bolsa o venderse a otro banco. Bien hecho, el Estado no pierde.
Este último punto viene avalado, por ejemplo,
por la nacionalización del Royal Bank of Scotland, con 126.000 millones en
depósito garantizados que obligó a un rescate de 55.000 millones de euros en
2009. Naturalmente, no se puede comparar la situación en 2009 y la actual, eso
también es verdad.
¿Pero qué otra cosa pasa si realmente se
nacionaliza un banco?
ATENTOS: Pasa quue dejan de cobrar los financieros de ese banco. Es
decir, los que le prestaron pasta a espuertas para escriturar hipotecas y hacer
el loco. Y esta es la clave del asunto.
Me parece que, siendo un gran problema,
habilitar recursos para garantizar los FGDB de Bankia no es en realidad el
problema. El problema es ese lobby bancario que ha prestado miles de millones a
Bankia se quedaría sin cobrar. ESE ES EL TEMA.
Bueno, que se queden sin cobrar, ¿a mí qué? ¿Por
qué, siendo sus beneficios privados sus pérdidas han de ser socializadas?, es
la respuesta primaria. Y la justa. Y la moral. Pero las cosas, en este valle de
lágrimas, querido integrante de la élite metafísica del siglo XXII en claro
proceso de lumpenproletarización, son todo menos justas y morales.
Cómo ustedes saben, Rajoy no tiene dinero para
pagar a los pensionistas, parados, funcionarios y mantener el elevado tren de
vida y tanto y tanto deslpilfarro de la cosa pública. Así que cada mes sale al
mercado a colocar deuda… Y esto no se lo imaginan ustedes… ¿pero a qué no saben
quién le compra esa deuda y evita que se ponga al 10, al 12%?... Lo adivinaron…
De donde el sistema es algo así como, tú controla que no caiga Bankia, que yo
ya controlo que no caigás tú.
Podríamos hablar de una solución, por ejemplo,
adelgazar el Estado, y no vive Dios por la mano de seguir asfixiando a los más
pobres y a los autónomos… Pero eso, o por mejor decir porque no pasa eso, lo
contaremos en otra estremecedora y lúcida crónica de este su servidor, el Sr.
IA, para lectores como ustedes, tecnovanguardia del siglo XII, élites
metafísicas en claro proceso de lumpenproletarización… La leche en bote, vamos…
Guapos como soles…
PD. Por cierto, si son ustedes tan zoquetes de considerar que lo aquí dicho incide de algún modo en la necesidad de no empurar a los gestores de Bankia... Por favor, no vuelvan más por este blog... Está claro que no son ustedes élite metafísica ni tecnovanguardia de nada... Simplemente, usted no está preparado para Vida Sexual de una Inteligencia Artificial. No se desanime, hay otros blogs más fáciles y más de su gusto.. Pueden probar suerte como profesores universitarios... ¿Por cierto, el relativo del titular con acento?
¿Cómo? No lo entiendo... ¿Entonces no hay que empurar a Rato?
ResponderEliminarFirmado. J. A. Griñán, presidente de la Junta de Andalucía